El peinado de la Beyoncé tiene un pase, le cae un ladrillo encima y rebota. Pero el pelucón que luce Jeffrey Wright en este póster de ‘Cadillac Records’, al que le falta una buena mano de gomina para arreglarlo, es para morirse de risa.
El único que se ha salvado de la sesión revivalcapilar es Adrien Brody. Eso es lo que tiene ser un actor con una imagen difícil de moldear, a no ser que le coloques una barba kilométrica, anteojos de culo de botella y lo pelos de la cabeza en plan cacerola.
En fin, abandono el frívolo tema del estilismo para dejar una apreciación personal sobre la carrera no doméstica (fuera de USA) de esta película dirigida y guionizada por el televisivo Darnell Martin: su historia es demasiado localista, elemento que no le beneficiará a la hora de venderla en mercados extranjeros.
Es cierto que la figura de Leonard Chess, fundador del legendario sello de blues Chess Records, es un referente en industria norteamericana de la música de los 50 y 60, y la plana de cantantes que tenía a su disposición era de wikiescándalo: Willie Dixon, Sonny Boy Williamson II, Muddy Waters, Little Walter, Jimmy Rogers, Buddy Guy, Howlin’ Wolf, Chuck Berry, Bo Diddley, ‘The Flamingos’, Moonglows, ‘Vibrations’, Gene Ammons, Cymande, King Fleming, Ahmad Jamal y el trío musical Ramsey Lewis. Pero su fama se labró en la tierra madre.
A las pruebas más cercanas me remito: ¿qué pasó con ‘Dreamgirls’?. Una recaudacion total mundial de casi 155 de milones de dólares de los que sólo 51 se pudieron raspar de la taquilla extranjera. Un fresquito ejemplo de mi particular visión comercial cinéfila. Fijo que la Sony Pictures no opinará lo mismo. Por lo pronto la película sólo tiene fecha de estreno doméstica, e inminente, el 5 de diciembre próximo. Y por estas tierras ni se sabe cuándo llegará.
Fuente: TBDC
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