Desde hace un tiempo que el cine indie sufre una mutación saludable a raíz del avance en las tecnologías media y en las formas de realización, producción y distribución motivadas por internet. Este fenómeno es el reverso perfecto del long tail —término estadístico popularizado por Chris Anderson, editor de Wired, en el 2004—. ¿Y qué tiene que ver el long tail con el cine? Hay de todo y para todos los gustos.
Es decir, por un lado tenemos blockbusters superhyped azulados de tan verdes, mientras que por el otro contamos con producciones como la del director y escritor Keith Wong, “The angry sea”. Filmada con un presupuesto de tan sólo USD 3000, la película de Wong es una horror flick marítima de esas que mezclan época —siglo XIX— con monstruos y catalogación de especies. Sólo con ver el tráiler es difícil de creer que se haya realizado con tan poco dinero.
Wong montó su living de verde y allí filmó el 99 por ciento de las escenas. Trabajó con miniaturas y con mucha posproducción. El resultado de veras que es interesante. Después del corte les dejo el video, prueba patente de que con talento y poco dinero también se puede hacer cine de género. El film continúa actualmente en pospro.
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Fuente: Extracine
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