El personaje creado Mary Shelley, Frankenstein, en 2010 cumple 100 años de su primera adaptación cinematográfica.
J. Searle Dawley fue el primer director cinematográfico que tuvo el valor de adaptar a la “gran” pantalla la novela de Shelley. Este primer Frankenstein distó mucho del que hemos podido ver desde entonces con algunas de las más célebres películas del cine de terror, sobretodo durante los años 20 y 30.
Esta primera cinta fue creada con el Quinetoscopio y duraba tan sólo 16 minutos. Fue grabada en plano general y con cámara fija y, por supuesto, en cine mudo. El gran atractivo de la película era, por encima de todo, el nombre de su productor, Thomas Alva Edison.
Para rodar esos 16 minutos se necesitaron hasta 3 días y un complejo sistema de montaje para poder llevar a cabo esta primera adaptación del monstruo. Se estrenó el 18 de marzo de ese mismo año.
El argumento, distaba bastante de la novela. Víctor Frankenstein tenía el aspecto más bien de un mago o un alquimista por delante de las visiones de un doctor que hemos tenido posteriormente y el monstruo de Frankenstein, en lugar de ser creado con sofisticadas máquinas y la ayuda de un rayo fue creado en un caldero.
El sistema de grabación fue bastante complejo, ya que la creación del monstruo no era fácil de llevar a cabo. Para conseguirlo, se quemó un muñeco que tenía un armazón parecido a un esqueleto. Se grabó esa quema para más tarde montarla con el tiempo invertido, consiguiendo la sensación que se iba creando el monstruo, pegándose las partes del muñeco al armazón de esqueleto que había.
Para aquel tiempo, unos avanzados efectos especiales, que ahora parecen de risa, pero que con la tecnología de aquellos momentos supuso un buen avance y una gran sorpresa entre los espectadores que la pudieron disfrutar antes de declararse perdida la cinta. Por suerte, apareció una copia que se reconoció como correspondiente a esta filmación a finales de los años 70.
El reparto estaba formado por Augustus Phillips en el papel de Doctor Frankenstein mientras Mary Fuller interpretó a Elizabeth. Y el afortunado que pudo desempeñar el papel de monstruo por primera vez en el cine (un papel que luego fue batallado por algunos de los mejores actores del género) fue Charles Ogle.
Fuente: Homocinefilus
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