Hagamos una pausa bloguera, y echemos la mejor de las sonrisas para esta noticia.
‘Se le fue de las manos’. Con esta sencilla frase se podría resumir lo que le ocurrió al actor ruso Marc Schulze, de 36 años, que para hacer el papel de ’su vida’, eso parecía, de un borracho, no dudó en beber un trago detrás de otro de vodka durante su interpretación.
El efecto inmediato fue tremendamente real, así que no resultó extraño que su actuación fuera convincente.
Interpretativamente daba el rol, incluso uno de los asistentes afirmó que le maravilló lo bien que hacía de borracho tambaleante y cómo arrastraba sus palabras. Normal, iba mamado.
El equipo de rodaje se empezó a dar cuenta de la realidad cuando, lógicamente, dejó de acordarse del texto y se quedó congelado mirando al vacío durante largos minutos.
La evidencia fue cuando de repente se desmayó, necesitando hospitalización. De la resaca, que tuvo que ser de las gordas, nada se sabe.
Dicho incidente provocó, como es natural, que los productores de la obra decidieran que en adelante las botellas de vodka utilizadas en la película solo contengan agua mineral.
Los hay que se lo toman muy en serio el mundo de la interpretación. En este caso está claro que este actor se pasó buscando realismo en su papel. Un buen chupito hubiera sido suficiente para meterse de lleno en la labor de actuación, y de paso entrar en calor en el frío invierno ruso.
En fin, una anécdota graciosa relacionada con el cine que quería compartir con ustedes. Sigamos.
Fuente: TBDC
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