
El 4 de febrero de 2010 se estrena en Argentina “La Madre”, una película dirigida por Gustavo Fontán (”El Arbol”, “La orilla que se abisma”), drama protagonizado por Gloria Stingo, Federico Fontán y Marisol Martínez. El guión fue escrito por Fontán con la colaboración de Alicia Silva Rey.
La película se ha ampliado y se estrenará ahora en una versión 35 mm. Además, durante el mes de Abril de 2010 se llevará cabo un ciclo en el Espacio INCAA KM2 - La Mascara donde se proyectará la trilogía del autor compuesta por “El Arbol”, “La orilla que se abisma” y “La Madre”.
| Sinopsis
Sonia (45) y Jonatan (18), madre e hijo, comparten la casa: territorio para el dolor de la madre, espacio para la huída del hijo.
El marido está ausente, se ha ido, y los intentos por encontrarlo no conducen a nada.
El hijo se irá en cualquier momento.
La angustia empaña las horas, moldea la percepción de la madre.
Sonia bebe, se emborracha, cuenta sueños extraños y realiza acciones peligrosas.
Jonatan se siente responsable. Cuida de ella.
Si los episodios se repiten, si la madre se vuelve cada vez más frágil y vulnerable, ¿podrá el hijo marcharse?
| Sobre la película
por Gustavo Fontán
· Las responsabilidades
Una pregunta, ética si se quiere, está en el origen de La madre: ¿dónde empiezan y dónde acaban las responsabilidades de uno sobre el otro?
La intención es explorar esta pregunta en la relación particular madre e hijo, despojada de otros vínculos familiares. El esposo, el padre, está ausente y los intentos por encontrarlo son infructuosos. La madre está desde hace un tiempo hundida en la angustia, el dolor es el marco para sus actos. Una nueva relación, una novia, le abre a Jonatan un nuevo “espacio”, un deseo fuera de casa. Pero la madre se emborracha y hace que muchas veces su vida corra peligro. Más de una vez, es el hijo quien encuentra a la madre caída, o a punto de ser alcanzada por las llamas al prenderse fuego el colchón donde descansa. ¿Y entonces? ¿Podrá irse? ¿Podrá dejar a la madre en esa casa? ¿Cuál es el camino cuando se siente que el deseo personal y la responsabilidad de encargarse del otro empiezan a confrontar?
La pregunta, por supuesto, no tendrá respuesta sino que dejará el espacio abierto para que el dilema del hijo encuentre eco en el espectador quien deberá formular su propia respuesta.

· La austeridad
La madre, como relato, intenta seguir explorando, de otra manera, algunas de las preocupaciones que recorrieron la realización de El árbol y La orilla que se abisma.
La principal está dada por un tratamiento más poético que narrativo del relato. Aquí la idea fue limitar las informaciones argumentales (y su desarrollo) a la mínima expresión dado que en los intersticios se juega el verdadero sentido del relato.
El espacio principal de la película es la casa donde viven madre e hijo. Allí ocurre la mayor parte del relato. Los únicos momentos de salida de la casa son los viajes de la madre, primero, y del hijo después, viajes inútiles: para buscar al esposo-padre.
Se trabajó el espacio desde el concepto de la austeridad y de la síntesis. Algunas líneas, algunos pocos objetos, la luz fundamentalmente, son el marco para que el cuerpo o la ausencia de un cuerpo se inscriba.
Los espacios funcionan principalmente como espacios vacíos (encuentros de luz-texturas y objetos). La tensión que aporta el fuera de campo es entonces un elemento clave en el estar-no estar, coincidir o no coincidir de los dos personajes, y en la construcción de la ambigüedad y la extrañeza.
La casa está habitada constantemente por la tensión. En el campo están los indicios, la inscripción de lo doloroso. En el fuera de campo, el riesgo: allí las acciones de la madre se vuelven peligrosas, inciertas.
El campo también es el lugar del encuentro de los dos personajes, de la coincidencia en el habitar. Son momentos donde la madre depende del hijo, donde el hijo se vuelve resguardo de la madre.
Gustavo Fontán
Fuente: DemasiadoCine
No hay comentarios:
Publicar un comentario