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Los dos grandes pesos de la producción de cine independiente de calidad (y presupuesto rozando lo no-independiente) en Estados Unidos tienen nombre propio: Scott Rudin y Harvey Weinstein, con permiso y fusión de su hermano Bob, que también entra en el asunto.
La cuestión es que estos dos caballeros se preparan los deberes a consciencia, y cada final de año apuestan fuerte en la que es conocida como la temporada fuerte pre-Oscar. Cuidan la producción, reúnen los equipos artísticos más importantes y pujan fuerte en las promociones por sobresalir sobre el resto. Pero claro, su importancia es equiparable a sus egos, sobre todo en el caso de la genética Weinstein, lo que implica que donde ponen la última palabra cualquiera se le rebate.
En este caso, y en este año, uno de los platos fuertes más esperados es la nueva película del director Stephen Daldry, responsable de Billy Elliot y Las Horas, ésta última una debilidad personal muy grande. La cinta en cuestión, producida al alimón por Rudin y Weinstein’s, se llama The Reader, con un reparto encabezado por Ralph Fiennes, Kate Winslet y Bruno Ganz, tres monstruos de la interpretación a cada cual más grande. Si seguimos sumando y vamos para bingo, lo que se nos cuenta es un drama ambientando en la Alemania post-II Guerra Mundial, en la cual la obsesión a lo largo de varias décadas de un hombre con una mujer mayor encuentra sorprendentes revelaciones en un juicio por crímenes de guerra.
Lo agitas y suena a Oscar.
Además, tanto Rudin como Weinstein son muy listos, y parece que contratan a la gente sólo relacionada con la estatuilla: guión adaptado de David Hare (nominado por Las Horas), diseño de vestuario por Ann Roth (ganadora por El Paciente Inglés), montaje de Claire Simpson (ganadora por Platoon), música de Alberto Iglesias (nominado por El Jardinero Fiel y Cometas en el Cielo), fotografía de Chris Menges (ganador por Los Gritos del Silencio y La Misión, por amor de Dior), diseño de producción de Brigitte Broch (co-ganadora por Moulin Rouge!)…
Es normal que con todos estos elementos, y con unos pases de prueba con público realmente acojonantes, los dos productores quieran que esta supuesta joyita luzca bonita en sus respectivas coronas. Pero por un lado, Rudin apuesta este año también fuerte con Revolutionary Road y Doubt, realmente proyectos muy impresionantes, con lo que quiere aplazar el estreno de The Reader para el año que viene, cosa que Weinstein, que tiene The Road y Shangai, quizás algo menores que las de Rudin, prefiere estrenarla en Diciembre a bombo y platillo.
Elementalmente la batalla legal está servida, y según las fuentes de Hollywood Reporter, existen cláusulas en el contrato que permitirían a Weinstein acelerar la post-producción de la cinta (que todavía está siendo pulida) y estrenarla para finales de año si así lo decidiese. En todo caso, Rudin, alegando que Daldry está demasiado ocupado con el musical de Billy Elliot como para centrarse al máximo en finalizar el montaje definitivo de la película, no se quedará con los brazos cruzados y dicen que si pierde lo hará tras una buena lucha.
En el juzgado, claro.
Fuente: Extracine
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