La actriz británica Keira Knighley podría interpretar en el cine a Zelda Sayme, la esposa del novelista estadounidense Francis Scott Fitzgerald, autor de algunas de las mejores novelas de "la era del jazz", como él denominó al ambiente y costumbres de los años veinte del siglo pasado.
La película, con guión de Hanna Weg y que lleva el título de "Hermosos y Malditos" (1922, segunda novela de Scott Fitzgerald), comenzará a rodarse en abril próximo bajo la dirección de Nick Cassavetes, informa hoy el diario "The Independent", según el cual aún no se sabe quién encarnará al autor de "Al otro lado del Paraíso" (1920) y de "El Gran Gatsby" (1925).
Cuando Zelda y Scott Fitzgerald se casaron en 1920, en la Catedral de San Patricio de Nueva York, parecían la pareja perfecta, pero su matrimonio distaba mucho de ser normal debido al comportamiento errático y la esquizofrenia de aquélla.
Algunos expertos creen que fue la influencia negativa de Zelda la que llevó al escritor a sus ataques de celos y al alcoholismo, pero Cathia Janainati, profesora de la Universidad de Warwick, cree que fue otro escritor y amigo de Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, quien difundió esa leyenda negra sobre la esposa.
Las tensiones del matrimonio y el alcoholismo de Scott Fritzgerald agravaron la inestabilidad mental de Zelda, que fue diagnosticada de trastorno bipolar y esquizofrenia y admitida en una clínica siquiátrica en 1930.
Muchas feministas ven, sin embargo, en Zelda a una mujer que ofreció resistencia a un hombre emocionalmente abusivo.
Durante su internamiento, Zelda escribió la novela autobiográfica "Concédeme este vals" (1932), que indignó a Scott Fitzgerald porque había volcado en sus páginas las experiencias de su matrimonio aunque ése había hecho otro tanto en la devastadora "Suave es la Noche" (1934), en la que el escritor no dudó en incorporar las cartas que su mujer le enviaba desde la clínica.
El destino trágico de Zelda, que murió en 1948 -ocho años después que su marido- entre las llamas de un incendio que afectó al hospital de Carolina del Norte en el que estaba internada, fue contado 59 años después de su desaparición en "Alabama Song" por Gilles Leroy, quien trató de reparar la mala fama de esta mujer con esta novela escrita en primera persona y con la que ganó el premio Goncourt, el más prestigioso de las letras francesas.Fuente: Yahoo
No hay comentarios:
Publicar un comentario