
José Celestino Campusano es el director de "Vikingo", una sorpresa cinematográfica que compite en la sección internacional del Festival de Mar del Plata y que narra -con un estilo que él llama "bruto"- la vida marginal de un grupo de motociclistas enfrentados a una banda de niños y jóvenes delincuentes adictos al paco. Tras provocar emociones encontradas con sus filmes anteriores, entre ellos "Vil Romance", que compitió el año pasado en la misma sección del certamen marplatense, Campusano redobla su apuesta y profundiza aquí un estilo muy personal para narrar una suerte de western de marginales que transcurre en los suburbios del sur del Gran Buenos Aires.
En su búsqueda de realismo y verosimilitud, Campusano se acerca a sus personajes y a su entorno sin modificar ni manipular nada, los registra casi de manera documental, y los envuelve en ficciones que, o bien están basadas en hechos reales que él y sus personajes padecieron en carne propia, o bien son hechos que podrían ocurrirles en cualquier momento.
Tomando a algunas de las mismas personas que aparecen en su documental "Legión, tribus urbanas motorizadas" (2006), el cineasta construye una trama policial y social que gira en torno al Vikingo, un motociclista de aspecto atemorizante que, sin embargo, posee una filosofía de vida basada en la solidaridad, el respeto y la fraternidad, a pesar de estar rodeado de violencia.
En una entrevista con Télam, Campusano explicó las constantes de su estilo, habló sobre la moral que rige a sus personajes y describió el estado de descomposición social que el paco está generando especialmente entre los niños y adolescentes de varias zonas del conurbano más profundo que delinquen con sadismo e indiferencia por la vida humana.
-¿Cuál es la moral que guía a sus personajes? -La moral se teje en función de la necesidad. Es muy fácil ser moralista en un ambiente aséptico como este, sin riesgos, pero desafío a los que hablan de la moral de los personajes de "Vikingo" a que vivan situaciones similares a las de ellos.
Hay que ver cómo reaccionarían si estuvieran entre psicópatas; habría que ver qué saca a relucir de cada uno.
-¿Quiénes son esos psicópatas en la película? -Hablo de las pandillas que circundan, estos psicópatas que tienen la vocación de cometer el mayor daño posible y al otro día ni se acuerdan. Tenés que tener mucha cintura, pero es muy caótico convivir con ellos porque estás en un estado de estrés permanente.
El tema no va para atrás, está en crecimiento. Hay lugares donde ni Vikingo puede ir, porque te estás midiendo con gente que no tiene medida, que no tiene compasión.
-¿Esa crueldad se debe a la adicción al paco? -Sí, se debe al advenimiento de estas drogas de exterminio que surgieron en el 2000. Estos son psicópatas perfectos. En décadas anteriores el psicópata era el grandote que violaba o degollaba criaturas, hoy son chiquitos que pesan 10 kilos y tienen el cerebro quemado por el paco.
En la película se plantea un dilema, porque Vikingo tiene que destruir a esta clase de individuos, porque si no van a destruir a su familia.
-¿Es como vivir en el Far West? -Es peor, porque en el Far West vos prevalecías sobre un igual, y acá es sobre un niño. ¿Cómo te justificas si matás a tres niños porque ellos te quieren matar? -¿Cuáles son los códigos de personas como Vikingo? -Vikingo lleva a su casa indigentes para que no se mueran de frío en la calle, no puede soportarlo, los recoge, sean hombres o mujeres, y les da calor y comida.
Es muy integrista, porque los motociclistas han sido muy discriminados y él no quiere caer en lo mismo. Es tal vez un líder natural porque es muy consecuente con su palabra y hay mucha gente que lo respeta.
-¿Cómo invade tu cine esta realidad tan trágica que rodea a Vikingo? -Mi cine es totalmente comunitario, está muy ligado a este tiempo y no es un cine evocativo. Filmo muchísimo, sin cronograma, porque al estar frente a algo tan magnífico como la realidad, quiero darle la oportunidad de mostrarse con naturalidad, sin apremios.
-¿Como surgió tu idea de "cine bruto"? Por ciertos signos que están en el cine, la historieta, la música y la poesía. Signos que son muy sutiles pero que me permitieron intuir que tal vez hay otra forma de lenguaje. Como dijo Arturo Ripstein, el cine tiene posibilidades que ni siquiera avizoramos y el tema es creerlo posible y apostar por eso.
-¿Cuál es el objetivo de este tipo de cine? -No queremos tergiversar ni sustituir los contenidos. Buscamos la aceptación del público siendo verosímiles y no por respetar clisés. El atractivo de este cine viene por su verosimilitud.
Trato de ser coherente con la carga antropológica que estamos exponiendo y lo demás es moda. Creo que el público está harto de que le manipulen los contenidos, de que le den todo servido en función de una conveniencia ideológica.Fuente: Yahoo
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