Cuando en una producción hay ‘problemas’ de casting, malo malo.
Si todo hubiera seguido conforme a lo planeado inicialmente, en ‘State of Play’ hubieramos tenido un duelo interpretativo entre Brad Pitt y Edward Norton de esos que echan chispas.
Con un guión adaptado de por medio, basado en la miniserie de la BBC del mismo título, de Tony Gilroy (guionista de la saga Bourne y ‘Michael Clayton’) y de Matthew Michael Carnahan (’La Sombra del Reino’), y con un director como Kevin McDonald, que me dejó pillao con ‘El último rey de Escocia’, esta película hubiera sonado bastante más y habría estado promocionada previamente como un pelotazo.
Sin embargo, Pitt pegó la espantada por discrepancias con el guión y otros dimes y diretes, siendo su salida bastante traumática. Su sustituto: Russell Crowe, cuyas cualidades artísticas son indiscutibles, otro peso pesado (nunca mejor dicho), pero su estilo de interpretación es opuesto al rubiongo.
Luego Norton hizo lo propio, pero de forma amistosa porque la agenda del pobrecito estaba a tope y en las fechas de producción tenía que estar trabajando en la comedia independiente ‘Leaves of Grass’, que él mismo produce. ¿Por quién fue sustituido?, ¡¡por Ben Affleck!!. No hace falta decir amigos/as que aquí el cambio es abismalmente a peor.
El caso es que a pesar de que también estén el reparto Helen Mirren, Rachel McAdams, Robin Wright Penn y Jason Bateman no he podido evitar pensar, con lo dicho y viendo este primer avance, que la pelicula será un correcto thriller y nada más. Espero equivocarme cuando la vea el 17 de abril del año que viene.
Esta sinopsis larga (= posible spoileadora) que les dejo complementa el destripador trailer: Cal McCaffrey (Crowe), un periodista de Washington DC, cuyo olfato le lleva a desenmarañar los misteriosos asesinatos de algunas de las figuras más prometedoras de la política y de la gran empresa.
El apuesto e imperturbable congresista Stephen Collins (Ben Affleck) representa el futuro de su partido: debido a su honradez, ha sido elegido presidente del comité que supervisa los gastos de Defensa. Todos esperan que esta estrella en auge represente a su partido en la próxima carrera hacia la presidencia. Hasta que alguien asesina brutalmente a su ayudante/amante y los secretos se escapan de su escondite.
McCaffrey tiene la dudosa fortuna de ser un viejo amigo de Collins y de que su jefa (Helen Mirren) sea totalmente despiadada y le mande a investigar el caso. Mientras sigue la pista del asesino con la ayuda de su compañera Della (Rachel McAdams), descubre una tapadera que amenaza con hacer temblar las estructuras del poder de la nación. En una ciudad de relaciones públicas, asesores y ricos políticos, aprenderá una verdad innegable: cuando miles de millones están en juego, la integridad, el amor y la vida de cualquiera están en peligro.
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