Con un título como HIGH School, no hay que gastarse mucho la testa para imaginar de qué diablos va la película. Pero aunque uno podría esperar en primera instancia algo más en la onda de la distorsión de las comedias juveniles tontorronas contemporáneas que generalmente nos invaden, las mismas que generan más de una depresión en aquellos que añoran comedias juveniles tontorronas como las de antaño, está la tincada que esta comedia volada es más de lo que su simple título indica.
Todo esto al presentar una premisa que nos presenta a un joven a punto de terminar sus estudios, pero que comete el error de fumarse su primer pito de marihuana, justo cuando el director (Michael Chiklis) decide gestar una política de tolerancia cero a las drogas, que incluye un test obligatorio para todos los estudiantes. ¿El plan para evadir la mano firme?, robar a un traficante (Adrien Brody) y vender queques para drogar a toda su institución estudiantil y así mandar al diablo los resultados del test. Muy “simple”.
La película dirigida por John Stalberg Jr., fue presentada en el último festival de Sundance, fue adquirida por Anchor Bay, pero recién arribará a los cines de Estados Unidos en enero del próximo año, por lo que resta bastante para que se pueda ver por estas latitudes una vez que esté en DVD. Esa es la triste verdad.
Fuente: SDM
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