¿Qué tendrán los años 80 que todo Hollywood quiere meterles mano (en sentido cinematográfico, se entiende)?. Cada dos por tres y por cuatro nos encontramos noticias sobre remakes (o llamémosles ahora ‘revisiones’ que queda menos ultrajante) cuya ‘inspiración’ son producciones de aquella época dorada del cine, en la que el género de acción y aventura hacía gloriosa historia, aunque parecieran una cagada.
Uno ya se va haciendo un callo en el cerebro (en algunos casos es difícil digerir ese ultraje) y va aceptando que estamos también en una terrible época de crisis en este negocio, y me refiero precisamente a la pasta sino a las ideas. Así ahora habrá que tragarse la intención de la Columba Pictures de traernos una versión modernizada de ‘El Último Dragón’, película de culto sobre artes marciales, que dirigió en 1985 Michael Schultz y que ahora contará con Samuel L. Jackson como uno de los malos malotes de oficio perseguidor camorrero, con peligro de encasillarse en este tipo de personajes.
El guión lo está escribiendo uno de los productores, otro Jackson de nombre Dallas, sobre las lineas originales del script homenajeado de sinopsis conocida: Leroy Green es un joven afroamericano devoto de las artes marciales que idolatra a Bruce Lee. Pero hay dos tipos que le buscan para destruirlo física y psicológicamente. Uno de ellos es Sambo y el otro Arjadian, que además persiguen a la novia de Leroy, Laura Charles que acaba de presentar un disco en el mercado. Ya sé, lque la sinopsis es una locura, pero la película ha dejado huella en la vida de millones de puretines fanáticos de las artes marciales; véase un trailer original a través de la youtubemáquina del tiempo (seguro que reconoceran una prenda amarilla marcapaquetera del protagonista).
Samuel dará nueva cara a Sambo, el Samurai de Harlem, nombre en castellano que se le dió al original de Sho’nuff, y como no podía ser menos, el amigo L. se ha declarado fan total de la cinta (por eso de escenificarse que hay respeto por lo copiado) con intención de traer al personaje al siglo XXI. Mejor que se hubiera quedado como estaba.
¿Quién será entonces el remozado Leroy?. Si pasa por algunas sesiones de botox y demás retoquillos quirúrgicos podría ser Jackie Chan, o Jet Li con una capilla de maquillaje de cinco centímetros de grosor. Todo por engordar con aparente calidad algo que será lo mismo de siempre: una copia barata.
Fuente: TBDC
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