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Los admiradores de Bergman lloran en todo el mundo la muerte de Folke Sundquist, uno de los actores del célebre realizador sueco y rostro en películas como Cuando huye el día (Las fresas salvajes) y La hora del lobo. Asimismo, las noticias que rodean el legado del recordado director de El Séptimo sello tampoco son demasiado alentadoras. |
El 13 de Enero, a los 83 años, y luego de una prolífica y versátil carrera como actor de cine y teatro, se apagó la vida de Folke Sundquist, en Malmö, Suecia. Su rostro resulta inolvidable en películas como Un solo verano de felicidad, de 1951, con dirección de Arne Mattson y en Cuando huye el día, de Ingmar Bergman, de 1957. Había nacido el 4 de Noviembre de 1925 en Falun y en su carrera como actor cinematográfico, que se extendió entre 1951 y 1968, integró el reparto de una veintena de films. Captado de inmediato por la prensa mundial al protagonizar Un solo verano de felicidad, con un recordado desnudo de Ulla Jacobsson, este film resultó elegida para competir en el Festival de Cannes y obtuvo un Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín. Sundquist volvió a ponerse a las órdenes de Arne Mattsson en Por los ardientes amores de mi juventud y, en 1954, en Salka Valka, entre otras recordadas películas.
Folke Sundquist con Inga Tidblad en Kameliadamen, 1956.
Pero la proyección definitiva de Sundquist como actor, la consiguió en 1957 con Cuando huye el día, también conocida como Las fresas salvajes, gran clásico de Bergman premiado en los festivales de Mar del Plata, Venecia, Berlín, e incluso reconocido en Hollywood con un Globo de Oro. Su papel de Anders, que se disputa con Viktor el amor de Sara, permite a Bergman mostrar en en estos dos personajes al creyente preocupado por el sentido de la vida (Anders, joven aspirante a sacerdote), y a aquél pragmático que encuentra toda explicación en la lógica (Viktor, un médico racionalista). El destacado director también lo convocó para la televisión sueca en 1958, y en 1968 fue Tamino en el breve pasaje con el que Bergman homenajeó el genio creador de Mozart en La hora del Lobo. Folke Sundquist brilló en el teatro sueco con dramas profundos y musicales como Irma, la dulce y My Fair Lady.
De una intensa labor, incluso el célebre director de fotografía de Bergman, Sven Nykvist, lo dirigió en 1965 junto con Harriet Andersson en Puente Salvaje, tal como se conoció a Lianbron en América del Sur. Y, hecho olvidado, rodó en Buenos Aires la coproducción con Suecia Primavera de la vida, en pareja con Nicole Berger, con un elenco que integraban también Pedro Laxalt y Alita Román.
Folke Sundquist en la ventana del auto conducido por el profesor (Victor Sjoström)
Para los seguidores de Bergman las noticias tampoco son muy alentadoras en otros aspectos, recientemente se conoció el fallo por mediante el cual toda la filmografía del director de Escenas de la vida conyugal, sumado al frondoso catálogo de Svensk Filmindustri de más de mil títulos, pasará a la firma Isis Litigation LLC después de que tanto el Tribunal de Apelaciones como el Tribunal Supremo de Colorado favorecieran a la firma estadounidense luego de ocho años de conflictos legales.
Todo comenzó con la reforma de los cines Isis de Aspen, viejos cines de 1915 dedicados a películas artísticas. En 1997 el gigante sueco era copropietario de la cadena Resort Theatres of America y fue garantía de una costosa reforma que convertiría al histórico cine Isis en un multicine de cinco salas. Pero luego Resort quebró e Isis reclamó a Svensk Filmindustri una cifra que culminó siendo de 10 millones de dólares. El falló otorgó todo el fondo de catálogo de la señera productora sueca a Isis pero, si bien el valor cultural es incalculable, las cifras en lo económico no son muy seguras.
A estas penosas novedades se añade que el Centro Ingmar Bergman, que se iba a establecer en la que fue su casa de la isla de Färo, peligra como proyecto dado que el empresario de la construcción Joachim Kuylenstierna retiró su participación tras ser condenado por abuso de drogas y lesiones corporales. En su testamento, el director sueco dejó detallado al extremo cómo quería que fueran sus exequias y también indicó que su casa debía ser vendida al mejor postor. De no aparecer financista, esa será la suerte de la propiedad al finalizar el año. Una pena.
Fragmento de Un sólo verano de felicidad, con Folke Sundquist y Ulla Jacobsson
Fuente: ElCine.ws
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