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Al igual que "El código Da Vinci", la película "Ángeles y demonios" se estrena signada por la polémica. Pero este factor parece ser justamente la mejor arma de promoción de la adaptación de la novela homónima de Dan Brown, que sus responsables estrenan este lunes nada menos que en Roma, de cara al mismísimo Vaticano. Repitiendo el equipo central de la cinta previa, Ron Howard en la dirección y Tom Hanks como actor, "Ángeles y demonios" aspira a convertirse en uno de los grandes éxitos del año con una ayuda más que importante de la siempre eficaz controversia.
"Las teorías de la conspiración generan muchas preguntas y discusiones", afirmó Hanks en la presentación de "Angeles y demonios", en declaraciones que recogió la agencia EFE poco antes del estreno del film en Roma. El actor reconoció que estos temas y el fomento de las teorías de la conspiración se han transformado "en un gran negocio", que incluso exceden a una película que "trata tanto de lo humano como de lo divino", sin manifestar un "peso teológico".
En esta historia, la estrella vuelve a su rol de Robert Langdon, experto en religión de Harvard, quien descubre que el Vaticano corre peligro por el resurgimiento de una antigua hermandad secreta conocida como Illuminati, la más poderosa organización clandestina de la historia. La acción entonces se desarrolla entre las paredes del Vaticano, pero lo que se muestra en pantalla es una reconstrucción de la casa de la Iglesia Católica, ya que no se pidió su colaboración por las diferencias nacidas a partir de "El código Da Vinci".
Igualmente, la Iglesia Católica ejerció presión para que no se pudieran utilizar ciertas localizaciones de Roma, según comentó Howard, quien especificó que en lugar de responder a esa acción se prefirió reproducir virtualmente los escenarios a los cuales no tuvieron acceso. Claro que para lograr la fidelidad en los escenarios, la producción envió un equipo de personas a tomar fotografías y vídeos del Vaticano simulando ser turistas, tal como confesó recientemente a un medio italiano Ryan Cook, responsable del operativo.
Pese al repudio de la Iglesia Católica, Howard contó que se ha "pedido al clero que asistiera a la proyección de la película, cosa que nos ha sido rechazada". El realizador manifestó que no entiende "las críticas de parte de quien no ha visto ni siquiera el film", que en su adaptación ha quitado algunos pasajes controvertidos del libro original como la existencia de un hijo del Papa, aunque se ha aclarado que se ha realizado por cuestiones ligadas a la agilidad de la narración y no por motivos relacionados con lo religioso o ético.
A horas del lanzamiento mundial del film en Roma, exactamente en Castel Sant'Angelo, muy cerca del Vaticano, "Ángeles y demonios" da que hablar sólo por la controversia, algo también comparable a "El código Da Vinci", un suceso basado en la polémica con un resultado cinematográfico muy pobre.
Las primeras críticas de la nueva cinta han sido dispares, algo que no parece inquietar a sus responsables. Hanks tomó voz en el asunto y aseguró que "los críticos no importan" porque "al fin y al cabo, todos somos críticos". El actor sostuvo que "realmente es el público quien ha tomado el control" y decide lo que es un éxito o no.
El público tendrá la palabra a partir del 13 de mayo, cuando la película comience a estrenarse en salas de todo el mundo. Resta conocer si "Ángeles y demonios" podrá equiparar los más de 757 millones de dólares que recogió en el mercado internacional "El código Da Vinci".
Fuente: Noticine
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