El dolor de una separación, la pasión y el amor perdido sacudieron este sábado la Mostra de Venecia con el primer filme italiano en concurso, "Un día perfecto", del ítalo-turco Ferzan Ozpetek.La película, aplaudida por la crítica, tradicionalmente severa con los filmes italianos, narra con desgarradora eficacia un sentimiento extremo como el amor ciego, imposible de aferrar y al que no se puede renunciar.
Basada en la homónima novela de Melania Mazzucco, la película parte de un crimen, protagonizado por Antonio, el guardaespaldas de un parlamentario (el actor Valerio Mastandrea), el cual mata a sus dos hijos al término de una jornada dramática durante la cual intenta convencer sin éxito a la ex esposa, Emma (Isabella Ferrari), desempleada y excéntrica, de que regrese con él.
Ozpetek, de 49 años, formado en Italia, donde reside desde hace 30 años, es uno de los protagonistas del renacimiento del cine italiano con exitosos filmes como "Le fate ignoranti", "La finestra di fronte" y "Saturno contro" y se apunta entre los candidatos favoritos para el León de Oro.
En su nueva obra, y por primera vez en su carrera cinematográfica, el cineasta ítalo-turco evita los temas recurrentes de sus otras películas, como las escenas corales de amigos y la presencia de una relación homosexual.
"Rodar tantas películas sobre la homosexualidad y convertirme en un icono de los 'gay', agota. La gente no sigue más la historia y sólo habla de la homosexualidad", admitió recientememte en una entrevista.
El cineasta, al que el Museo de Arte Moderno de Nueva York le dedicará en diciembre una retrospectiva, indaga esta vez sobre la naturaleza del ser humano, la ambigüedad de los sentimientos, el amor y el odio.
"Podemos ser criminales y también maravillosos", dijo.
"Conozco la obsesión por un amor, terrible y sin salida. Quería contarla, también para decir que detrás de un gesto extremo, criminal, se esconde un dolor agudo", confesó el cineasta, quien dirige un reparto excelente de actrices femeninas de distintas edades, que va de Stefania Sandrelli y Monica Guerritore a la joven Nicole Murgia.
El filme de Ozpetek también aplaca las críticas hechas por algunos medios locales, como Il Corriere della Sera, sobre la selección de las cintas presentadas hasta ahora, tras cuatro días del inicio del festival.
Si bien el mismo director de la Mostra, Marco Muller, advirtió que la cosecha de este año representa una fase de transición de la cinematografía mundial, muchos han censurado cintas como "Plastic City" del chino Nelson Lik Wai, rodada toda en la metrópoli brasileña de Sao Paulo o "Inju" del francés Barbet Shroeder.
El realizador francés, autor del célebre "La virgen de los sicarios", nacido en Irán y que residió en Colombia y Africa, compite con un melodrama policíaco ambientado en Kioto (Japón), entre geishas sadomasoquistas, kimonos, puñales, sangre y violencia.
Abucheado al término de la proyección para la prensa especializada, el filme de Shroeder tuvo el mismo impacto negativo de "Plastic City".
Para el director de Hong Kong, Lik Wai, rodar en Brasil, país coproductor junto con China, Japón y Hong Kong, representó un verdadero "desafío", y no sólo por el choque cultural entre actores de mundos diferentes y que hablaban idiomas distintos.
"Quise contar una fábula moderna, hablar de la promiscuidad entre los poderosos, de la relación padre-hijo", aseguró el cineasta, quien emplea en forma algo desordenada imágenes sugestivas y ultramodernas para ilustrar la escalada al poder y el sucesivo descenso de un comerciante chino que trafica con productos falsos en la capital financiera brasileña.
"No se trata de una historial real sino de una fábula contemporánea", reiteró el director al subrayar su deseo de explorar "dos países emergentes", una China que "tiene un papel clave hoy en el mundo" y Brasil, el "país de los sueños y la utopía".
El domingo competirán otras tres películas, entre ellas "El papá de Giovanna" del veterano italiano Pupi Avati.
Fuente: Yahoo