Maradona, polémico en el Festival de Cannes

Diego Maradona pasó por el festival de Cannes y, como cada vez que le ponen un micrófono enfrente, disparó con munición gruesa. Cristina y Bush fueron dos de sus blancos. También aprovechó para contar que por ver a Julia Roberts en la Croisette, se cortaría el brazo. El documental sobre Diego de Kusturica gustó poco y nada en Cannes.

Diego Maradona demostró su habilidad con la pelota en la alfombra roja de Cannes. Maradona by Kusturica decepcionó en la primera proyección por el ego desmedido del director en la película.

“Estoy con el campo” dijo Maradona en Cannes al referirse a la disputa entre los productores y el Gobierno. “Los que iban a cortar las rutas no eran gente rica, era gente trabajadora, y yo estoy con la gente trabajadora, ni con el presidente ni con la presidenta", explicó Maradona, consciente de que "la gente del campo está luchando, y así en toda Sudamérica". Entre las jugosas declaraciones de Maradona en la conferencia de prensa que siguió a la proyección de Maradona by Kusturica, se encuentran las referencias a Bush. “Parece que cuando te haces famoso en el mundo ya no puedes hablar de los Estados Unidos, ya no puedes hablar de Bush" y "no por ser jugador de fútbol no se puede opinar de alguien que es un asesino", recalcó. Emir Kusturica trató de Dios a Maradona, a lo que el argentino contestó que la gente tiene fe en él y que aunque no se siente como Dios, "si la gente quiere considerarme Dios no voy a llevarles la contra". Luego agregó que se "cortaría la mano" por ver a Julia Roberts en la Croisette, y precisó: "La mano del gol de Inglaterra", en referencia al tanto que anotó en el Mundial de México de 1986 en un partido entre Argentina e Inglaterra y que, desde entonces, fue calificado como la "mano de Dios". Sobre sus polémicas relaciones con los escándalos, las drogas, el alcohol y el sexo, Maradona se mostró contento y dijo "ahora puedo levantarme por las mañanas, puedo vivir de otra manera, ya no me pasa todo en 'Fórmula 1' como antes, que cada cosa que me pasa me toque, me dé la posibilidad de estar al lado de mis hijas". Ante el disfrute de los fotógrafos y de los viandantes que los rodeaban, Maradona hizo jueguitos con una pelota y se subió a una especie de atril instalado en la alfombra roja, con los brazos en alto, simulando el podio de cualquier campeonato. Maradona by Kusturica fue recibida con frialdad en Cannes. La mayor crítica que se le realizó al documental fue que faltaba más material de Maradona, pues el lugar de protagonista lo ocupaba a menudo Emir Kusturica, algunas veces con fragmentos de sus propios filmes, en consonancia con la historia. Otras veces los protagonistas eran la política, la situación latinoamericana y el gentío, la multitud de los partidos de fútbol, el frenesí que la presencia de este artista del balón puede ocasionar en las calles argentinas y en eventos multitudinarios, pasados o presentes. Kusturica tenía para ello un argumento blindado que explicó cuando un periodista español le preguntó si no creía que su egocentrismo le había llevado a mostrarse él mismo en exceso al contar la vida del que dice ser su gran ídolo, al que conoció en 2005. "Íbamos a Buenos Aires a buscar a Maradona para rodar y no lo encontrábamos, y si no hubiese ocupado yo su lugar nunca habríamos terminado la película", sentenció. Kusturica conoce muy bien este festival, donde fue jurado de la Palma de Oro y es uno de los pocos directores que la ha ganado en dos ocasiones, por "Papá está en viaje de negocios" (1985) y por "Underground" (1995). Diego Armando Maradona, por su parte, se mostró satisfecho con Maradona by Kusturica. Su modélico bienestar actual, su salud, el milagro de que haya dejado de ser "su peor enemigo", y con él las drogas, el alcohol y sus viejas "malas costumbres" son uno de los temas centrales del film, que no profundiza demasiado en los escándalos sexuales del astro. Las ideas políticas de sus protagonistas, rotundas críticas contra el "asesino George Bush”, ocupan también un lugar principal, al igual que los 35 goles marcados por Maradona para la selección argentina. En particular, el gol "de la mano de Dios" y "el gol del siglo", que dieron a su equipo la victoria 2-1 contra Inglaterra, en 1986, en los cuartos de final de México ante más de 100.000 aficionados.

Fuente: Terra