Un día como hoy, pero de 1920, nació uno de los directores de cine más importantes de la historia, Federico Fellini quien fue y sigue siendo adorado en su país y gran parte del mundo por su invaluable aportación a la cinematografía mundial.
Fellini mostró en sus películas, historias enigmáticas con una carga exquisita de imaginación, sensualidad, rarezas y realidad, con su estilo de universos y personajes supo provocar y al mismo tiempo consolidar su lugar en el Olimpo de los mejores cineastas.
El sexo, la comida y el hacer películas, fueron, según declaró algún día, las pasiones de este realizador italiano quien de pequeño encontró en las lecturas del semanario Corriere dei Piccoli, el juego con su teatro de títeres y el dibujo sus distracciones de niño pero que marcaron su vida y su futuro trabajo.
Su primer trabajo en el cine se dio al lado de Roberto Rosellini en 1945, con quien se integró al equipo de Roma, ciudad abierta, fue el inició de Fellini quien del camino del neorrealismo italiano llegó al del surrealismo, aunque su cine se caracteriza por la mezcla de lo fantasioso y la realidad un tanto subjetiva.
A Giuletta Masina la convirtió en heroína de sus películas luego de casarse con ella, la heroína por excelencia de “Fefe” como algunos se refieren a este Dios de la cinematografía.
Fellini fue nominado tres veces al Óscar en la categoría de Mejor Director por las películas Fellini-Satyricon en 1970, 8 ½ en 1963 y La dolce vita en 1961, sin embargo sólo recibió el Óscar honorífico un año antes de su muerte, el premio se lo entregó Marcello Mastroianni.
Sus películas, sin embargo, tuvieron más suerte en la categoría de Mejor película extrajera, La Strada en 1956, Las noches de Cabiria en 1957, 8 ½ en 1963 y Amarcord en 1974, se alzaron con la estatuilla dorada.
La dolce vita, La strada, Los inútiles, 8 ½ Satyricon son desde hace tiempo clásicos del genial director quien murió el 31 de octubre de 1993 en la ciudad de Roma, el adiós que dio sigue doliendo.
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