Durante la jornada de ayer, se dio a conocer que, tal como otras estrellas de Hollywood en la mira de Warner Bros., Keanu Reeves desechó la oferta y no participará en el proyecto de adaptación del clásico manga y anime Akira, que traspasará a occidente la acción. Al mismo tiempo, el estudio despidió a un equipo de trabajo en la mayoría del departamento de pre-visualización de la película, elevando la esperanza entre los más reaccionarios para que este proyecto no se concrete. Sin embargo, la situación no es tan así:
La producción de Akira no ha sido detenida o parada completamente. La película todavía no tiene la luz verde y está a grandes rasgos todavía en las primeras etapas de desarrollo. El proceso exploratorio es crucial para un proyecto de esta magnitud, por lo que continuaremos esculpiendo y aproximándonos para hacer la mejor película posible.
El terror entre los fans continúa latente, con la posibilidad que elijan a cualquier actor consagrado que sustente la inversión millonaria del presupuesto (que superaría los 140 millones de dólares), pero siendo algo que al mismo tiempo alejaría al proyecto de la esencia de la historia original de Katsuhiro Otomo como son elementos del crecimiento a la adultez, la rebeldía juvenil contra la autoridad o la alienación adolescente. Algo que me parece mucho peor que mover al escenario a Neo-Manhattan, restando un escenario de respuesta directa al holocausto nuclear nipón con lo de Neo-Tokio.
Sí, les guste o no, poner a un actor vejete desde varias perspectivas es mucho peor que el traslado de la historia a suelo de Estados Unidos.
Fuente: SDM
Fuente: SDM
No hay comentarios:
Publicar un comentario