Informa Hollywood Reporter que Harvey Weinstein se lo está planteando al director del film, Tom Hooper, para que acepte reeditar la cinta y quitarle esas malas palabras -no hay desnudos ni sexo ni violencia que justifiquen un "rating" adulto- para conseguir así una clasificación PG-13 o PG (no recomendada para menores de 13 o no recomendada para niños), que no implican en el fondo prohibición taxativa de entrada a cualquier espectador.
Explica Weinstein a HR que "Como se ha demostrado con el taquillazo en Gran Bretaña, donde pueden verla mayores de 12 años, es una película que puede ir a ver la familia entera", y añade: "Tom y yo estamos intentando encontrar una forma única para lograr lo mismo en EEUU manteniendo su visión sobre la película".
Ello formaría parte de una nueva estrategia de promoción, que hasta ahora se había realizado en base a las buenas críticas. Ya este próximo fin de semana la cinta británica que protagonizan Colin Firth y Geoffrey Rush pasará de sus actuales 1680 a 2500 salas norteamericanas, y la campaña de publicidad dejará de lado las previas citas elogiosas de los críticos para hacer hincapié en las 12 nominaciones y en la amistad entre los dos personajes principales.
"Antes el mensaje era sobre la crítica, pero ahora estamos intentando ir hacia una buena película que es tan atractiva como cualquier otra de las que están viendo en las cines", dice el fundador de Miramax.
En cualquier caso, la versión "autocensurada" de "El discurso del rey" no estaría disponible para un reestreno hasta después de la ceremonia de los Oscar, el 27 de febrero.
Dicho sea de paso, la espléndida película de Hooper costó 15 millones de dólares y lleva recaudados ya más de 100 (58 solo en EEUU), calculando los especialistas que podría llegar sin problemas a los 150.
Fuente: Noticine
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