Cuatro películas argentinas para toda la familia se estrenarán para las vacaciones de invierno. Ellas son "Los Superagentes, nueva generación", "High School Musical: El Desafío", "100% lucha" y "Valentina, la película". Aquí, sus responsables (directores, productores, actores) hablan de cada una de sus propuestas y de la dura competencia que tendrán con los "tanques" de Hollywood, como "Kung Fu Panda" y "WALL-E".
Son sólo dos semanas al año, pero intensas. Las vacaciones de invierno modifican drásticamente el panorama del espectáculo: los shows infantiles se multiplican, los lugares públicos se llenan de chicos y los estrenos de cine de los jueves quedan prácticamente tomados por películas destinadas al público menor de edad.
Este año no es una excepción, sólo que será particularmente fuerte la oferta de cine nacional. Cuatro películas de producción considerable se van a estrenar en esas dos semanas. Cuatro películas que tienen algo en común: o nacen de fórmulas probadas, o bien su negocio va más allá de la mera película proyectada en la pantalla.
100% lucha (se estrena el 10 de julio en el interior y el 17 en Capital y Gran Buenos Aires), dirigida por el debutante Juan Iribas, es la versión cinematográfica del programa de catch que conduce Leo Montero y que tiene mucha repercusión entre los chicos varones de hasta 10 años.
Valentina, la película (10 de julio en el interior; 24 en Capital y GBA), dirigida por Eduardo Gondell, es una película de animación en 2D basada en el popular personaje que adorna mochilas, cartucheras y cuadernos de muchísimas nenas menores de 12 años.
High School Musical: El Desafío (17 de julio en todo el país), de Jorge Nisco, forma parte de la exitosísima franquicia de Disney, que en los Estados Unidos ya va por su tercera película y que acá ya fue reality show.
Los Superagentes, nueva generación (17 de julio en el interior; 24 en Capital y GBA), del debutante Daniel De Felippo, es el regreso de la exitosa serie de películas que se convirtieron en culto, ahora con nuevo trío de agentes.
Claro que, además, están los consabidos tanques estadounidenses: Kung Fu Panda, de Dreamworks, y WALL-E, de Pixar, se suman a Batman, el caballero de la noche para construir un menú variado y para todos los gustos, géneros y edades. Pero, ¿cómo se paran las opciones argentinas frente a sus "competidoras" extranjeras?
Según Carlos Luis Mentasti, productor de Los superagentes..., mientras que su película costó alrededor de 1,2 millón de dólares -presupuesto alto para los estándares locales- hay películas estadounidenses que gastan 4 o 5 millones sólo en publicidad. "Hay que trabajar el triple y ser muy obsesivo como soy yo -explica Mentasti-. Mi vida es soñar una película y también soñar el marketing, cómo venderla."
Jorge Nisco, el director de HSM: El Desafío, saca pecho: "Mi historia a nivel de cine siempre estuvo señalada por la competencia. Cuando estrenamos Comodines se había estrenado Jurassic Park 2, y si ves los números, Comodines hizo 1.280.000 y Jurassic Park, 1.310.000 espectadores. Se compite dándole al espectador un producto de calidad, que se sienta respetado por lo que está viendo."
El productor de Valentina, la película, José Luis Massa, es terminante: "Si intentáramos competir con Pixar y con DreamWorks estaríamos locos. Buscamos nuestro estilo y que hable de nuestra idiosincrasia y nuestra cultura. Valentina es un personaje que habla de nuestras nenas, no son las Superpoderosas".
Alejandro Gruz, el productor de 100% lucha, está en consonancia con Massa: "Creo que a nosotros nos gusta más ver lo nuestro que lo de otros. La película tiene una identidad que hace que a los argentinos nos guste. Nosotros somos nosotros, somos argentinos, y ver una película de afuera es otra cosa."
Pero más allá de competencias y de taquillas, Mentasti afirma: "La satisfacción mía es que la familia que paga una entrada para ver una película, salga contenta. No hay cosa más fea que sentirte defraudado cuando pagás una entrada de cine. Muchas veces los que estamos en este negocio nos olvidamos de que para ver una película la gente paga una entrada."
El menú, entonces, es variado y para todos los gustos. Pero, como bien dice Mentasti, cada plato hay que pagarlo. Y al precio que están las entradas de cine, no se puede ir probando. Habrá que elegir bien, con cuidado, o simplemente tener suerte.
Fuente: Clarin
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