La producción de la próxima película de Quentin Tarantino, Inglorious bastards, empieza a pesar demasiado para una compañía independiente como The Weinstein Company. La forzada división de la historia en dos partes a causa del voluminoso guión y la posible inclusión de estrellas como Brad Pitt han disparado el presupuesto.
Tarantino se ha visto obligado a ofrecer su proyecto a las cuatro grandes, a saber: Paramount, Universal, Warner y Sony. Veremos quien se lleva el gato al agua y confiemos en que el director no de su brazo a torcer ante las posibles exigencias de un gran estudio.
El rodaje de Inglorious bastards debería empezar en octubre y su primera parte estrenarse en mayo de 2009 en pleno festival de Cannes.
Fuente: Extracine
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