En el marco del Festival de Venecia, en setiembre, recibirá el premio Robert Bresson, que entrega el Vaticano.
La carta recibida arranca con un caro maestro Daniel Burman, "con lo que ya quedé atolondrado", dice el cineasta. Y no es para menos. El Vaticano decidió entregarle el premio Robert Bresson. Y será en el marco del Festival de Venecia, en setiembre.
El galardón, que conceden los Consejos Pontificios de las Comunicaciones Sociales y de la Cultura, junto al Ente del Espectáculo de Italia, "me sorprendió muchísimo. En un punto, cuanto más diferente, cuanto 'más otro' es el otro, que te honren con un premio es mucho más fuerte. Cuando me enteré fue bastante impresionante, al ver quiénes lo habían recibido antes..."
Desde que la distinción fue instituida por el papa Juan Pablo II, en el año 2000, los realizadores premiados fueron Giuseppe Tornatore, Manoel de Oliveira, Theo Angelopoulos, Krzysztof Zanussi, Wim Wenders, Jerzy Stuhr, Zhang Yuan y Aleksander Sokurov. Así que tamaña satisfacción es más que justificada.
"Me dijeron que es el único premio que entrega el Vaticano -cuenta Burman-. En el Lido de Venecia, el martes 2 de setiembre Monseñor Claudio Maria Celli, ministro de Comunicaciones del Papa, le hará entrega del premio. "No es por un título en particular. Supongo que se debe a los aspectos humanistas: el paso del tiempo te hace reflexionar sobre la vida de otra manera", reflexiona el director argentino.
Burman también está contento, ya que en Venecia podrá reencontrarse con Marco Bechis, quien presentará Birdwatchers, su nueva película. Es que Burman fue coproductor de Garage Olimpo y de Hijos.
Pero Burman tiene más motivos para estar exultante y ansioso a la vez. Es que ha comenzado la escritura de una obra de teatro, que espera estrenar "en alguna sala porteña el próximo verano, pero sin plumas", bromea. "¿Cómo estoy con ello? Superentusiasmado, con el entusiasmo de la juventud, más allá de lo que me pasó con El nido vacío -con la que competirá en San Sebastián, también en setiembre-, que fue muy agotador en todo sentido. Las películas siempre tienen un tamaño diferente, como evento, y superan lo que es la dimensión artesanal."
El realizador, que ya dirigió seis largometrajes, no siente que el teatro, curiosamente, vaya a ser un cambio. "Es la continuación de lo mismo, relatar algo, pero en otro marco. Luego de lo que fue El nido..., con una producción compleja, el teatro me significa una liviandad que me hace muy feliz".
La obra la está escribiendo junto con Damián Dreizik, y no tiene aún título, pero se atreve a adelantar que trata sobre un hombre encerrado en el departamento de su madre "porque no tiene la llave de abajo". Y que es un cambio de perspectiva en lo que es la típica mirada edípica y castradora de las madres. "Muchas veces usamos a las madres como excusas para no afrontar los nuevos conflictos de nuestra vida".
Está decidiendo "el tema del elenco", ultimando detalles del texto. ¿Muchos personajes? "No, sólo cuatro". ¿La piensa dirigir él? "Sí". ¿Y su próxima película? "Muy tranquilo, como para filmar a fines del año que viene". ¿Cuánto tiene escrito de ese guión? "Treinta páginas, no tengo elenco, ni nada, lo de la fecha de rodaje es una expresión de deseos. Y habrá que ver qué pasa con el panorama local, porque filmar ya está en el límite de la inviabilidad", arriesga.
Fuente: Clarin
1 comentario:
Me alegro por Burman, me gustan mucho sus películas. Aunque la verdad es que tiene que ser muy surrealista que te llamen del Vaticano, nada menos, para decirte que te conceden un premio. Sobre todo si eres judio.
Es curioso esto de los premios de cine que concede el Vaticano, viendo la lista de los galardonados es difícil saber en qué se fijan, (teniendo en cuenta lo carcas que son). Aspectos humanistas, valores morales? No se, en el caso de Burman, supongo que tiene que ver con que retrata el núcleo familiar, aunque no son precisamente familias cristianas, apostólicas y romanas.
En fin, es interesante ver que el mismo organismo que hizo prohibir Viridiana, porque Buñuel hacía una parodia de la Santa Cena de Leonardo con mendigos; ahora premie películas que, a priori, no tienen nada que ver con la doctrina que ellos difunden. ¡Dios mio!,¿Se estarán modernizando?
Alguien tendría que estudiar el extraño fenómeno de la relación entre Cine y Vaticano.
En todo caso, mi enhorabuena para Burman.
Un saludo.
Anticolometa
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