Ambición, poder, sexo, intrigas judiciales, corrupción... ¿Qué mejores ingredientes para una película? Antes que él mismo otros cineastas italianos, desde el documental o la ficción, vieron el interés de narrar la vida y andanzas político-mediático-sexuales del exprimer ministro Silvio Berlusconi, pero en este momento es el propio magnate de la comunicación quien quiere reivindicarse con una "biopic" que él mismo producirá. Ahora se trata de encontrar al director correcto, dice la prensa italiana, ya que el guionista casi seguro es... el propio Berlusconi.
Si "Il cavaliere" no tuviera ese lado oscuro que tantos argumentos ha dado a sus enemigos, la suya hubiera sido una existencia "de libro": Nacimiento en una familia de clase de media y creación desde casi la nada de un imperio audiovisual que le hizo controlar la mayor parte de las cadenas televisivas de su país, así como prensa escrita, editoriales, agencias de publicidad, productoras y distribuidoras de cine... Sin olvidar los negocios inmobiliarios y de todo tipo. Y luego, sin que le temblara el pulso por las acusaciones de fraude y corrupción, el paso a la política y sus distintos gobiernos.
A los 75 años, el moreno y multioperado exjefe del gobierno italiano, que tuvo que dejar el poder acosado por la crisis económica y sus escándalos de fiestas "bunga bunga", tratos con prostitutas y una menor de origen magrebí, amén de otros casos judiciales en cola, anuncia que quiere reivindicarse con una película, quizás la herencia que pretende dejar a la posteridad. Lo ha hecho cuando celebraba el 18 aniversario de su llegada al mundo de la política, y después de que otros, antes, desde la trinchera opuesta, se interesaran por su vida como materia fílmica.
En el terreno de la ficción, la película sobre Berlusconi más conocida es "Il caimano / El caimán", de Nanni Moretti (2006), que concursó en Cannes, y en el género documental destacaron "Videocracy", "Silvio Forever" y "Viva Zapatero!", todas ellas cintas de clara visión crítica frente al "Cavaliere".
Ahora se insinua que la hagiografía berlusconiana tendrá el guionista "ideal", es decir, el propio político derechista amante de la canción tradicional y de las fiestas privadas con bellas señoritas. Siempre puede contratar a un "negro" que lo escriba para que él lo firme, y que no haga después el menor intento de adjudicarse la obra. Pero claro, tras la cámara tendrá que haber alguien, y ahora que es "árbol caído", aunque mantenga su poder económico y mediático, no le resultará tan sencillo encontrar un director con cierta experiencia y prestigio que asuma la heroica "biopic".
No obstante, uno sí se ha postulado para el puesto: el también actor Carlo Verdone, aunque ha dicho que estaría interesado en hacer la película no ahora, sino "en diez o veinte años", cuando el tiempo haya perfilado mejor la personalidad del empresario y político y su influencia en la política y la vida del país europeo.
Fuente: Noticine
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