Después de casi cuatro décadas de oscuridad, finalmente ve la luz Charlie is my Darling: un documental donde el director Peter Whitehead retrata a sus Majestades Satánicas durante una gira por Irlanda en 1965.
Los Stones en 1965.
El 6 de junio de 1965, los Rolling Stones publicaron un nuevo single. En sí mismo, el hecho no tenía nada de extraordinario. No sólo porque era la dinámica general, sino porque desde la firma de su contrato con el sello Decca, el jovencísimo quinteto británico editaba singles regularmente: versiones del blues de Chicago, baladas acústicas, standards del rock & roll y –desde hacía unos meses- algunas canciones firmadas por la dupla Jagger / Richards. Pero este nuevo disco de 45 rpm tenía alma de leyenda. Se trataba del extenso decálogo inconformista que Jagger compuso sobre un riff que Keith había encontrado entre sus sueños. La bautizaron “(I can get no) Satisfaction”.
Para septiembre de ese mismo año, “Satisfaction” estaba trepada a la cima de los rankings de todo el mundo. En ese contexto, los Stones comenzaron a posicionarse como la amenaza más seria para el reinado de los Beatles. Incluso Andrew Loog Oldham, el productor de la banda, se propuso fortalecer su imagen de ‘chicos malos’ para escandalizar la sociedad burguesa, seducir a los adolescentes y ubicar a los Stones como el adversario definitivo de los Fab Four. Como parte de esa campaña, se acercó al director Peter Whitehead para hacer un registro de la banda on tour. De algún modo, la idea de Oldham era sondear la posibilidad de hacer su propia A hard day’s night.
Con esa premisa, Peter Whitehead se sumó a la gira que los Rolling Stones dieron por Irlanda en septiembre de1965. Documentó los dos shows, buena parte de los backstages y entrevistas con los cinco integrantes: Jagger, Richards, Bill Wyman, Charlie Watts y Brian Jones. El resultado fue un testimonio crudo de la banda en el umbral de la gloria. Sin embargo, una serie de conflictos entre los Stones, Oldham y el co-manager Allen Klein provocaron que la película se cajoneara durante 37 años.
Una vez rescatado, el material pasó a manos de Mick Gochanour y Robin Klein: los dos productores y directores encargados de restaurar y completar el trabajo. "Consideramos que la nuestra es una película nueva –dijo Gochanour a la revista Rolling Stone-, porque descubrimos que él había filmado un montón de material extra que nunca se usó y de hecho ni siquiera se procesó, incluyendo varias tomas en vivo". Finalmente, Charlie is my Darling está llegando por estos días al DVD, incluyendo una edición argentina a cargo de Universal.
EL TRAILER DEL DOCUMENTAL
Fuente: Diagonales
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