El realizador Claude Miller
“Siento la birome sobre mí, del periodista que se muere por tocar”, supieron cantar los Divididos hace 20 años desde la canción “Paraguay”, incluida en el discoAcariciando lo áspero. La alusión a la prensa especializada es más que explícita y no necesita ningún tipo de explicación. Áspera siempre fue la relación entre artistas y aquellos que se dedican a analizar sus obras. Y la misma discusión puede trasladarse tranquilamente al deporte, al fútbol para ser más precisos con las reiteradas acusaciones de los jugadores a la prensa y esa frase: “nunca estuviste en un vestuario”. Precisamente se ningunea al otro, no se lo considera un analista válido por el mero hecho de no haber “creado”, no haber pasado por “la” instancia de creación. Bueno algo de eso se rompió en los ’50 cuando un buen número de críticos y escritores que formaban parte de la revista especializada Cahiers du Cinéma decidieron construir, idear y dirigir sus propios filmes (muchos de ellos ya habían trabajado como guionistas). Fueron François Truffaut, Jean-Luc Godard, Jacques Rivette, Éric Rohmer y Claude Chabrol, entre otros y quienes integraron la denominada Nouvelle vague. Y le taparon la boca a unos cuantos.
Hoy se conoció, que anoche a los 70 años de edad falleció en París el director y guionista francés Claude Miller, quien supo trabajar con varios de los realizadores antes mencionados principalmente con Truffaut, de quien fue su discípulo y guionista. También fue asistente de Jean-Luc Godard. Hijo de una modesta familia burguesa, nació en 1942 por lo que cuando irrumpió la Nouvelle Vague él se encontraba atravesando su infancia.
Rodó su primera película La meilleure façon de marcher en 1976, y previamente había incursionado en el cortometraje con: La question ordinaire (1969) y Camille ou la comédie catastrophique (1971). Entre sus principales obras se encuentra Mortelle Randonnée, con Isabelle Adjani, de 1983, uno de los principales dramas cinematográficos de los años 80, en el que Adjani interpreta a una mujer loca que va por ahí matando a hombres. Le siguió La classe de neige, con el que obtuvo el gran premio del Jurado de Cannes en 1998 y además descubrió talentos como el de Charlotte Gainsbourg.
El cineasta que se dio a conocer internacionalmente con Garde à vue con Romy Schneider, murió a causa de una enfermedad que padecía desde hace meses.
Fuente: Diagonales
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