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miércoles, 23 de septiembre de 2009

Winterbottom ataca el neoliberalismo iniciado en dictaduras chilena y argentina


El director británico Michael Winterbottom sacudió el martes el festival de San Sebastián con 'The shock doctrine', un alegato contra el neoliberalismo que comenzó en las dictaduras argentina y chilena, basado en el libro homónimo de la periodista Naomi Klein. 'The shock doctrine' disecciona la evolución económica de los últimos 40 años en el mundo, intentando demostrar cómo las teorías ultraliberales del economista Milton Friedman están en el origen de la situación económica y la crisis económica actuales.

"Uno de los mensajes de este libro y de este documental es que hay conocer algo de la historia para comprender cómo el sistema ha llegado a ser lo que es", afirmó Winterbottom en rueda de prensa tras el pase de la película, proyectado en una sesión especial.

El documental, realizado con imágenes de archivo, animaciones y cortes de una conferencia de Naomi Klein, que sirve de hilo conductor a la cinta, relata en algo más de una hora cómo la aplicación de las teorías ultraliberales han necesitado siempre de un 'shock' o situación especial, incluso una dictadura, para poder aplicarse sin contestación pública.

"Es engañoso ver esto sólo como una historia porque es una teoría de cómo contemplar el mundo", afirmó el codirector del documental Mat Whitecross, quien ya había rodado con Winterbottom anteriormente 'Camino a Guantánamo'.

"No me parece que sea un documental propagandista. En la cinta, Friedman expone un argumento y Naomi lo rebate", explicó Winterbottom, cuyo filme cosechó una gran ovación, con el público en pie.

'The shock doctrine' relata cómo Estados Unidos animó a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) a aplicar las doctrinas neoliberales de la escuela de Chicago que lideraba Friedman tras apoyar el golpe contra Salvador Allende, y cómo posteriormente también lo hizo la junta militar argentina, aumentando la riqueza de los ricos, mientras los pobres no veían mejorar su vida. Ambos gobiernos recurrieron al espectro del comunismo y al miedo con los desparecidos para mantener un estado de miedo y de apatía que permitiera la aplicación de una doctrina económica radical.

De la misma manera, Margareth Thatcher necesitó de un hecho excepcional como la guerra de las Malvinas, que desvió la atención del público, para seguir adelante con su política ultraliberal de privatizaciones, según el documental. "El thatcherismo fue un experimento radical fallido", afirmó Winterbottom, cuyo documental también expone el liberalismo de Reagan y el capitalismo salvaje que llegó a Rusia tras la caída de la Unión Soviética, hasta llegar al liberalismo de los últimos gobiernos de George W. Bush y la crisis actual.

El objetivo es que el público tome conciencia porque "si tienes un vacío, si no conoces lo que ha pasado, no puedes luchar", dijo Winterbottom.

'The shock doctrine' se realizó inicialmente para la televisión británica, pero Winterbottom, que la ha mostrado por primera vez fuera del Reino Unido, quiere que tenga la mayor difusión posible, "ya sea en televisión, en internet o en teléfonos móviles".

Fuente: Yahoo

miércoles, 19 de agosto de 2009

EL CICLO “LATINOAMERICANO EN EL CENTRO. UNA MIRADA TOTAL”


El Centro Cultural de la Cooperación es la sede de una programación que busca echar luz sobre una cinematografía que no llega con facilidad a la cartelera. “Hay más posibilidad de ver cine oriental que colombiano”, dice el programador Guadi Calvo.

Tiene el blanco de la pureza y de la pulcritud en su exterior, pero su estructura interna arrastra un pasado ominoso y perverso: el buque “La Esmeralda”, considerado “un embajador” de Chile en las aguas del mundo, fue un centro clandestino de detención durante doce días de la dictadura chilena encabezada por Augusto Pinochet. Allí fueron torturados 97 hombres y 58 mujeres. Pese a su siniestro pasado, esta embarcación es poco menos que una insignia patriótica, y cada año realiza un crucero que parte de Valparaíso hacia diferentes puertos del planeta. Indagando en esta historia y en la de la gente que padeció la tortura en el barco, el prestigioso documentalista chileno Patricio Henríquez dirigió El lado oscuro de la dama blanca, documental que hoy a las 20 inaugura el ciclo “Latinoamericano en el Centro. Una mirada total”, en el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543), donde se podrán ver hasta fin de año cinco películas que dan cuenta de la realidad del cine latinoamericano, de acuerdo con la mirada de realizadores de distintos puntos del continente. La entrada es gratuita.

Guadi Calvo, periodista especializado en cine latinoamericano, es el programador de esta muestra y señala que el subtítulo del nombre del ciclo, “Una mirada total”, le da la intencionalidad: “Yo quiero que este ciclo se perpetúe en el tiempo, más allá de mi presencia. El objetivo es exhibir todo el cine latinoamericano: documental o ficción, cine de última generación o clásicos. Y la idea es también buscar una serie de películas que tienen valores y que han pasado sin ningún tipo de notoriedad en sus propios países, y que no se han visto afuera tampoco. Quiero tratar de pasar todo el cine latinoamericano que me sea posible”, asegura el programador, quien sostiene que la ausencia de este tipo de material audiovisual en la cartelera porteña no es una situación exclusiva de nuestro país, sino que “se da en todas las capitales del continente. De pronto, hay más posibilidad de ver cine oriental que cine colombiano. Incluso hay películas latinoamericanas como Bolívar soy yo, del director colombiano Jorge Alí Triana, que ganó en el Festival de Mar del Plata 2002 y nunca se exhibió en Buenos Aires”.

Los lectores recordarán el Caracazo, aquella rebelión popular producida el 27 de febrero de 1989 en la capital de Venezuela como respuesta espontánea a una serie de medidas económicas impulsadas por el gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez, cuyas fuerzas de seguridad provocaron una violenta represión que les costó la vida a cientos de manifestantes. Sobre la base de estos hechos, el director venezolano Román Chalbaud construyó una ficción titulada, justamente, El Caracazo, que se exhibirá el miércoles 16 de septiembre a las 20 en el CCC. “Román Chalbaud es un director nacido en 1931 que dirigió más de veinte largometrajes. El tiene una tendencia (que es casi un homenaje) permanente al melodrama. Así que los espectadores se van a encontrar con una película netamente política, pero también con una lectura melodramática de la realidad”, asegura Calvo.

El miércoles 21 de octubre a las 20 será el turno de La vida loca, de Christian Poveda, realizador francés que vive en El Salvador. Se trata de un documental que pone la lupa en las maras: bandas juveniles centroamericanas hiperviolentas, que se gestaron a partir de quiebres sociales producidos en El Salvador, Honduras y Guatemala. La vida loca aborda la vida –y la muerte– de los integrantes de dos de ellas: Salvatrucha y la M18 que, además, “son hiperenemigas entre sí y se distinguen por el tipo de tatuajes que se hacen”, comenta Calvo, quien asegura que las maras son multitudinarias, ya que llegan a tener 250 mil integrantes. Buscando indagar en el aspecto humano del fenómeno social, el documental pretende dejar un halo de esperanza respecto de cómo ellos mismos se imaginan la salida del universo de violencia en el que están inmersos.

Completan el ciclo dos largometrajes bolivianos. Uno de ellos, el clásico Amargo Mar (miércoles 18 de noviembre a las 20), que Antonio Eguino filmó en 1984, “es una ficción que cuenta la pérdida del mar boliviano a manos de Chile, aquella guerra que dejó a Bolivia sin mar”, recuerda Calvo. El film tiene un contexto político-histórico de aquel suceso, y la investigación previa demoró cinco años. El otro es el documental El estado de las cosas, de Marco Loayza (miércoles 9 de diciembre a las 20). Cuarto largometraje de Loayza, el cineasta trabajó dos años para realizarlo y lo filmó poco antes de la asunción de Evo Morales a la presidencia. “Loayza hace un viaje por toda Bolivia entrevistando a empresarios, intelectuales, artistas, gente común, periodistas. Va relevando cuál es la situación de su país en todos los espectros posibles antes de la asunción de este presidente absolutamente nuevo para la realidad boliviana”, señala Calvo.

“El sentido de este ciclo es establecer un lugar de referencia y hacerlo permanente. Este es un ensayo hasta fin de año para ver cómo responden el público y los colegas. La idea es que haya un lugar fijo donde se pueda ver cine latinoamericano todo el año, más allá de los estrenos comerciales”, se entusiasma Calvo, mientras analiza la realidad del cine latinoamericano y cómo pueden estas películas dar cuenta de la misma. “Algunas veces he tenido discusiones con colegas que dicen que no existe el cine latinoamericano, como no existe el cine europeo o el cine oriental, sino que dicen que existe el cine por países. Pero yo creo que el cine latinoamericano es una unidad, tiende a una unidad o parte de una unidad. Primero, porque nos manejamos con el mismo idioma, las mismas problemáticas, las mismas religiosidades, más allá de las religiones en sí mismas, pero hay mucha presencia de mitos y creencias. En el cine latinoamericano hay una fuerte unidad de conceptos. Y el buen cine latinoamericano ha tenido siempre la presencia de la crítica o al menos la observación social”, concluye el programador.

Fuente: Pagina12

martes, 30 de junio de 2009

El golpe de Pinochet vuelve al cine con la coproducción iberoamericana "La lección de pintura"

Pablo Perelman

El cineasta chileno Pablo Perelman ("Imagen latente", "El archipiélago") regresará al cine tras más de década y media en dique seco con la adaptación de una novela corta de su compatriota Adolfo Couve escrita en 1979, "La lección de pintura". El mexicano Daniel Giménez Cacho y la española Verónica Sánchez protagonizan desde esta misma semana el rodaje de lo que será coproducción entre Chile, México y España.


"Siempre he visto la literatura chilena -ha dicho Perelman a La Tercera- con ojos de adaptador y cuando leí la obra de Couve se me hizo un click en la cabeza. Es un libro abierto, que invita a la adaptación, pues no todo está claramente descrito como en la tradicional novela romántica del siglo XIX. La razón de que haya tantas malas películas basadas en buenas novelas es que se respeta demasiado la fuente literaria", detalla el cineasta, quien piensa modificar detalles de la novela original, que sólo tiene una treintena de páginas, empezando por la época en la que transcurre: "A diferencia del relato, cuya época nunca se especifica, yo haré transcurrir la película durante los 60 y principios de los 70".

Así, el golpe de estado de Pinochet tendrá una importancia notable en el desenlace de la historia, ya que "creo que el espíritu o sensibilidad es lo que importa de un artista. Pero también me refiero a la política", sostiene Perelman.

Giménez Cacho, protagonista de cintas como "Profundo carmesí", "Vivir mata", "Aro Tolbukhin. En la mente del asesino", "La mala educación" y "Arráncame la vida", que el mes próximo se estrena en España, interpretará a un respetado farmacéutico de un pueblo del centro de Chile a quien ponen bajo su custodia a un niño con grandes dotes artísticas, para que lo oriente y desarrolle en su vocación.

"Es -explica el actor hispano-mexicano- un socialista desideologizado, un señor muy culto que se dedica a organizar tertulias sobre arte en su pueblito. El es un tipo solo que súbitamente tiene a su cargo a este muchacho de gran talento y se siente renacer. La película no es panfletaria, a pesar de que la postura de Perelman es conocida por todos. La división ideológica de principios de los 70 se ve reflejada en las discusiones de la gente".

Con un presupuesto próximo al millón de dólares, "La lección de pintura" se rodará a partir de esta semana en Paine, Puangue y Melipilla" (V Región) hasta mediados de agosto, y se estrenará en el primer semestre del año próximo.

Fuente: Noticine

lunes, 13 de abril de 2009

Pablo Larraín prepara la primera cinta chilena de ficción sobre el golpe contra Allende

Alfredo Castro

Muchos premios ha recibido en todo el mundo Pablo Larraín con su segunda cinta, "Tony Manero", como para no animarse a repetir con partes tan esenciales de su equipo como el actor Alfredo Castro y el guionista Mateo Iribarren, quienes le secundan en "Post morten", un drama sentimental que por primera vez en el cine chileno retratará la muerte del ex presidente constitucional Salvador Allende, provocada por el golpe de estado fascista del general Pinochet en 1973.


Según ha explicado el propio Larraín a La Tercera, el título es provisional y el film podría empezar a filmarse en octubre de este año. El personaje central de la historia, que de nuevo escriben a trío Castro, Iribarren y el propio realizador, es un funcionario de la escala inferior del Servicio Médico Legal, apolítico, al que le toca certificar el fallecimiento del depuesto mandatario por estar de guardia el 11 de septiembre de 1973.

"La historia -ha explicado Mateo Iribarren al diario santiaguero- se nos ocurrió cuando nos enteramos cómo fue la autopsia de Allende. El cuerpo fue llevado luego al pabellón de cirugía del Departamento de Otorrinolaringología del Hospital Militar, donde su autopsia fue practicada por los doctores José Vásquez y Tomás Tobar. Me enteré que destinaron a un funcionario muy menor del servicio para que firmara la autopsia de los médicos. De ahí viene la ficción, pues se sigue la historia de este tipo que tampoco tiene muy clara la dimensión de Allende. Es una suerte de 'outsider', alguien alejado de la política contingente".

En realidad, al mecanógrafo al que dará vida Alfredo Castro, premiado en numerosos festivales por su interpretación del oscuro asesino admirador de "Fiebre del sábado noche" en "Tony Manero", está más pendiente de la desaparición de su amor platónico, su vecina de enfrente, una bailarina del Bim Bam Bum (Antonia Zegers), que del golpe militar o del cadáver de Allende.

Castro comenta a La Tercera que este futuro personaje es la otra cara de la moneda del que hizo en "Tony Manero", film cuya acción también se desarrolla durante la dictadura pinochetista. "Mi personaje sucumbe frente al mundo, es él quien padece la historia, a diferencia de mi rol en "Tony Manero". Para el film me dejo el pelo largo y durante cuatro días busco desesperadamente por las calles de Santiago a esta chica del Bim Bam Bum, que está desaparecida".

Fuente: Noticine

domingo, 27 de julio de 2008

Llevan a bachelet filme sobre camarografo argentino asesinado


Los argentinos Silvia Maturana y Pablo Navarro Espejo viajaron a Chile con la intención de mostrarle a la presidenta transandina, Michelle Bachelet, el filme "Aunque me cueste la vida", donde recuerdan a Leonardo Henrichsen, el camarógrafo argentino que filmó su propia muerte en Santiago en 1973, durante una intentona golpista contra Salvador Allende.

Los realizadores, que presentaron este documental por primera vez en público el lunes pasado en el Cine Gaumont de la ciudad de Buenos Aires, lo exhibirán esta semana en una sala de Santiago de Chile e intentarán tener una reunión con Bachelet para acercarle una copia del documental.

"Trabajamos cinco años inspirados en la profunda admiración que nos generan las últimas imágenes de Henrichsen, cuando filmó a sus asesinos el 29 de junio del ‘73. En todo ese tiempo hallamos imágenes increíbles, personajes de la historia latinoamericana de los ï70 y al jefe de los asesinos", afirmó Navarro Espejo.

Basada en el libro "Reportaje con la muerte", del venezolano Modesto Guerrero, la película recobra la imagen tomada por el propio Henrichsen, que registró con su cámara "El Tanquetazo", un levantamiento fallido contra el presidente socialista Salvador Allende previo al golpe de Estado de Augusto Pinochet.

En las imágenes tomadas por el camarógrafo argentino se ven unas corridas en una esquina de la capital chilena, una de las tanquetas y una camioneta llena de militares que disparan al aire para despejar de transeúntes el lugar, y un soldado que da órdenes y también dispara al aire.

De pronto, en la confusión, el militar mira a la cámara de Henrichsen, que sigue filmando, le apunta y le dispara, hiriéndolo y causándole la muerte, mientras que la cámara -que registra toda la situación y al asesino disparando- cae al suelo junto al camarógrafo.

Filmado por Henrichsen, el militar disparó primero con un revólver y luego ordenó a sus subordinados que tiraran con sus fusiles: un disparo le atravesó el cuello al camarógrafo, que murió al llegar al hospital. Todo está grabado en una película de apenas dos minutos que Henrichsen filmó con una cámara Eclair de 16 milímetros.

En base al libro de Modesto Guerrero y a la investigación sobre la identidad del asesino realizada por investigador chileno Ernesto Carmona, los documentalistas argentinos buscan y encuentran al asesino de Henrichsen, Héctor Bustamante Gómez, al cual se ve huyendo por las calles de la localidad chilena de Conchalí.

Pero Maturana y Navarro Espejo van más allá y se abocan a revelar la trayectoria de Henrichsen, un reportero de riesgo cuya tarea lo va convirtiendo, poco a poco, en alguien que empieza a tomar como militancia el hecho de dar testimonio de lo que sucede en la región.

El camarógrafo, que había trabajado para "Sucesos argentinos" y en el momento de su muerte lo hacía para la televisión sueca, había registrado con su cámara la Revolución Cubana, los episodios del Cordobazo, el terremoto de Managua, la vida en la Nicaragua de Zomoza, entre muchos otros acontecimientos socio-políticos de aquella época.

Uno de los entrevistados de la película sostiene que la imagen de su propia muerte lograda por Henrichsen "condensa el clima de época, anticipando lo que iba a pasar en Chile, como laboratorio de prueba de los golpes que luego se iban a llevar adelante contra toda la izquierda latinoamericana" .

El ex cabo del Ejército chileno Bustamante Gómez, asesino de Henrichsen, quedó herido cuando la sublevación era sofocada, estuvo internado hasta el golpe de septiembre encabezado por Pinochet, fue absuelto tres días después y retirado luego de su paso por el Estadio Nacional donde, según las investigaciones, se dedicó a golpear a los detenidos.

El militar murió el 18 de diciembre de 2007 en un hospital militar, con su crimen impune y prácticamente aislado de sus camaradas de la fuerza.

La revelación sobre su muerte fue hecha por el periodista e investigador Ernesto Carmona -que colaboró con el guión de la película-, quien hace cuatro años descubrió la identidad del militar.

El también gremialista contó que se enteró de la muerte al denunciar ante la Fiscalía a Bustamante y a su entorno por tres amenazas de muerte en agosto pasado, luego de participar en una protesta frente al domicilio del ex militar.

La familia de Henrichsen inició una causa judicial 30 años después de su muerte y ahora son sus hijos, Josephine y Andrés Henrichsen Macfarlane, los que la sostienen.

Fuente:
Yahoo
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