
A ver, a ver, vamos por partes, no nos apelotonemos. Es que estas dos noticias en una me han dejado igual de flasheado que cuando me enteré sobre el atentado secuelil de ‘Los Goonies’ y parece que me he trabado.
Primero.- Richard Donner, realizador de merecida ovación por dicho clásico intocable, ha declarado por su propia cuenta y pellejo que la posiblidad de una secuela de aquel filme está muerta, dado que la tentativa más reciente no ha dado resultado. Dice que llevan intentándolo duramente varios años, que incluso Steven Spielberg había dado en principio ’el visto bueno’ para ello, y que tenían a un grupo de jóvenes promesas como guionistas, pero que no ha parecido que lo pidan otra vez.
Donner afirma que el último borrador del guión implicaba a un nuevo grupo de chicos, hijos e hijas de los protagonistas originales, que como veran en la foto de este post (perdonar que esa imagen sea una caca pero es que me mola esto de ‘¿qué pasa con …?’) están ya talluditos, y que la mayor parte de aquel reparto había mostrado su interés en volver a la secuela si al final se hacía.
Sin embargo, yo no estaría tan seguro de considerar que la Warner Bros. ha dado matarile a esa nueva entrega. Entre otras cosas porque nadie es imprescindible y Hollywood demuestra diariamente que por una secuela con pinta de revientataquillas llega hasta matar (en sentido figurativo). _
Segundo.- La película de ‘Los Goonies’ no será tan intocable para Richard cuando desvela al mismo tiempo que está planeando convertirla en un musical para Broadway.
Al parecer ya ha tenido conversaciones con un superabogado especialista en la industria teatral yanki, John F. Breglio, para tratar los temillas de los derechos y demás zarandajas. Dooner está metido de lleno en el proyecto y parece que nada le parará. Hasta tiene pensado cada acto: el primero acabaría con la caída de los chicos por el agujero para llegar a la profundidades de la Tierra, y la segunda parte trataría sobre la aventura subterránea en busca del tesoro de ‘Willy El Tuerto’.
Yo la verdad no veo esa cinta convertida en un musical. Y aunque al final tuvieramos a Gordi, Bocazas y demás del grupo echando unos cantes y bailes tampoco creo que sea un éxito. El tiempo pasa y las películas quedan en un recuerdo imborrable, diría que mágico para algunas, que es mejor no romperlo con productos ‘exprimidores’ como éste.
Fuente: TBDC