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martes, 10 de noviembre de 2009

50 Años de "Shadows", la cinta inaugural del cine independiente americano


Rodada bajo las leyes de la improvisación de la música jazz, sin argumento ni protagonistas claros y con un mínimo presupuesto, "Shadows", la primera película de John Cassavetes, cumple el miércoles 50 años como piedra fundacional del cine independiente americano. En 1959 no existían el festival de Sundance ni los Independent Spirit Awards. En Francia emergía con fuerza la "nouvelle vague" como revolución del lenguaje cinematográfico, pero en Estados Unidos el actor y director John Cassavetes inauguraba, con más modestia pero con igual poder rompedor, el cine del que beberían autores como Jim Jarmusch o Alexander Payne.

"Cuando empecé a hacer películas, quería hacer cine como Frank Capra. Pero nunca he sido capaz de hacer otra cosa que no fueran estas obras locas y arduas. Al final, uno es lo que es", reconocería irónico.

Él, efectivamente, no tenía manifiesto ideológico, ni publicaciones que lo sustentaran, ni pretensiones de crear escuela. Era él mismo: un actor y cineasta que compondría en solitario un "corpus" creativo insólito en la historia del cine con títulos como "Una mujer bajo la influencia" o "Gloria".

"Cassavetes ha edificado contra viento y marea una obra ferozmente personal y totalmente distinta de lo que se hacía -y se hace- en el cine norteamericano e incluso en el cine mundial", resumían Bertrand Tavernier y Jean-Pierre Coursodon en "50 años de cine norteamericano".

"Shadows" era su debut: rodado cámara en mano en 16 milímetros, en un Nueva York nocturno y con 40.000 dólares de presupuesto, fundía el cine con una "jam session", creando un conjunto fresco y vibrante que fue premiado en el Festival de Venecia con el premio de la crítica.

Una primera versión de la película, formalmente todavía más arriesgada, fue sustituida por otra que se acercase más a la ficción y se distanciase del documental. Esa pieza original sería estrenada, como una pieza de museo, en el Festival de Rotterdam de 2004.

"Uno de los rasgos originales y muy personales de 'Shadows' es su obstinada negativa a enunciar la temática. Nunca se podrá decir sobre qué es una película de Cassavetes, sólo que es sobre personajes. De ahí que veamos relaciones entre blancos y negros, pero nunca se enuncia el problema racial", insistían Tarvernier y Coursodon.

Teniendo en cuenta que en Hollywood ese año ganaría "Ben Hur" once Óscar, "Shadows" fue toda una osadía. "Como artista, trato de buscar cosas diferentes. Pero sobre todo los artistas tenemos que atrevernos a fracasar", era su consigna laboral.

Ni siquiera él, después de su ópera prima, volvería a dejar nada en manos de la improvisación. A partir de entonces confeccionó con mano maestra la realidad en películas como "Faces", su segundo film y primero con su esposa, Gena Rowlands.

"Quiere superar el simple efecto de realidad para alcanzar, por así decirlo, la realidad misma. Y justamente porque se aproximó de forma absolutamente convincente a esta ambición a la vez simple y grandiosa, es a menudo considerado, todavía hoy, un improvisador", reflexionan los cineastas franceses.

Es por eso por lo que "el diálogo en 'Shadows' es tan 'cassavetiano' y muestra un incongruente sentido del humor tan semejante al que aparece en todas sus demás películas", según Tavernier y Courduson.

Cincuenta años después de "Shadows" y cumplidos veinte de la desaparición del insólito cineasta, el cine independiente americano vive una crisis de identidad.

En los setenta y los ochenta, cuando Cassavetes todavía ofrecía obras como "Corrientes de amor", Terrence Malick, el Paul Newman director, John Waters y Jarmusch parecían tomar el testigo a su manera.

Pero, en los noventa, con el auge del Festival de Sundance, los "indies" se hicieron legión, llegaron a los Óscar y se convirtieron en negocio para los grandes estudios, que abrieron sus filiales para el público minoritario.

Los hermanos Coen, Todd Solondz, Gus Van Sant o Tom DiCillo lustraron esa generación que fue incorporándose a la industria o reincidiendo en mensajes ya no tan rompedores.

Y así, el lema de "No risk, no award (Sin riesgo no hay premio)" de los Independent Spirit Awards va quedando caduco y surgen productos independientes con vocación comercial como "Juno". Por eso hoy "Shadows" vuelve a impresionar por su independencia.

Fuente: Yahoo

sábado, 19 de septiembre de 2009

“SubHysteria”, un curioso experimento cinematográfico

Dieciséis personas quedaron atrapadas en un vagón del metro de Nueva York. Bajo tierra, sin poder contactar con el exterior, sin alimentos ni bebida… Cuando las horas transcurran y nadie aparezca para rescatarlos, todos empezarán a conocer el lado más oscuro del ser humano. Éste es el argumento del curioso thrillerSubHysteria”. Y diréis, ¿qué tiene de original o de especial la película de marras? Echenle un vistazo al tráiler, y luego se lo cuento.

Popout

Pues bien, el filme contó con un presupuesto bajísimo (menos de ciento cincuenta mil dólares), fue filmado en diez días con un puñado de actores desconocidos y, atención, porque aquí está lo curioso del asunto, no se utilizó ningún guión durante el rodaje. La idea del director de la cinta, Leonardo Gutiérrez Leal, alias Leonard Zelig (venezolano afincado en EE. UU.), era que los propios intérpretes fueran improvisando todo. Y dicho y hecho.

“SubHysteria” está inspirada en “Sombras”, ópera prima de John Cassavetes estrenada en 1959. El propio Zelig y Javier Perez-Karam han producido la cinta, basándose en una idea original de ambos. El estreno está previsto para finales de noviembre de este año, en Venezuela. ¿La distribuirán fuera de suelo americano? Confiemos en que sí, porque el proyecto parece interesante.

Fuente: Extracine

miércoles, 11 de febrero de 2009

James Whitmore nos ha dejado

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En ‘Crimen en las calles’ de Don Siegel, John Cassavettes daba vida a uno de esos chicos con futuro prometedor que echan su vida a perder yendo por el sendero de la delincuencia, mientras un adulto preocupado por él intenta encauzarle por el buen camino. James Whitmore daba vida a ese personaje en una de las películas que más me han impresionado. Eterno secundario, comenzó su andadura en la magistral ‘Relato criminal’ de Joseph H. Lewis, cinta de cine negro, género en el que Whitmore hizo muchas interpretaciones, siempre en roles secundarios (‘La jungla de asfalto’ de Huston es un ejemplo). También protagonizó el clásico de Sci-Fi de Gordon Douglas, ‘La humanidad en peligro’, inolvidable cinta en la que unas hormigas gigantes amenazan la existencia del ser humano.

A mediados de los 50 compaginó sus trabajos cinematográficos con sus incursiones (cada vez más asiduas) en el mundo televisivo. En 1994 tuvo un papel en un film muy admirado, ‘Cadena perpetua’ (¿quién no se acuerda de Brooks Hatlen en libertad dando de comer a unas palomas mientras echa de menos a su pájaro?). Su peculiar rostro, lleno de arrugas incluso en su juventud, es de los que no se olvidan, emanando humanidad y sencillez en todo momento.

Whitmore murió el pasado 6 de Febrero en Malibú (California) debido a un cáncer de pulmón. Tenía 87 años.

Hasta siempre James.

Fuente: Blog de cine

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