Dar vida a uno de los más grandes pintores mexicanos, quien a lo largo de su vida supo unir su amor por el arte con su pasión por las cuestiones políticas y sociales, es el reto que Bruno Bichir debe superar al dar vida a David Alfaro Siqueiros.
El actor comenzó en Argentina hace unos días la filmación de la película El Mural, coproducción de México y aquel País sudamericano, en donde interpreta al muralista que murió en 1974. Y es el propio artista quien de alguna manera lo está guiando en el proceso de recrearlo.
“Afortunadamente toda su vida está escrita, delineada, su pasado, sus contradicciones, su ideología, sus más íntimos secretos han sido contados por él mismo y plasmados en su legado creativo y en sus memorias. La mitad del trabajo está hecho. Mi labor ahora es unir el rompecabezas y llenar los huecos. Lo miro, lo miro mucho en fotos, lo oigo mucho en entrevistas, en conferencias.
“Observo su obra plástica y me imagino del otro lado. Tomo su lado, su mirada, su visión, su punto de vista y poco a poco todo va cuadrando. Hay mucho de mí, de mi padre (Alejandro Bichir), que reconozco en Siqueiros. Para mi fascinación, Siqueiros tiene, porque todavía los tiene, los ojos más expresivos que haya visto. Su mirada congela o incendia. Me meto en esos ojos. Veo sus manos, que se posan, que se blanden, que fuman, que pintan”, expresó Bruno.
La cinta, dirigida por Héctor Olivera, se centra en la década de 1930, cuando el mexicano llegó a Argentina, se involucró con diferentes artistas e intelectuales de ese País, y pintó el mural titulado Ejercicio Plástico, el cual es calificado como uno de los pocos trabajos en los que el mexicano se dejó llevar más por el erotismo que por las cuestiones políticas.
“La película no es sólo la vida de Siqueiros. Hay más personajes, Blanca Luz Brum, Neruda. No es un docudrama. Es una historia de pasiones, traiciones, ideales, reflexiones y furias.
“Siempre es un desafío interpretar a una persona que existió, y más si es un ícono. El asunto estriba en no caricaturizar, quedarse corto o panfletario. La idea es matizarlo y comprenderlo de raíz. Adentrarse en sus miedos, en sus sueños, en sus firmezas y vulnerabilidades”, señaló.
La obra pictórica en cuya historia se centra la película fue realizado en el sótano de la mansión de Natalio Botana, dueño de un diario argentino. Tras ser desmontado y el centro de controversias judiciales por su propiedad, Ejercicio Plástico fue expropiado y actualmente es restaurado por un grupo de expertos mexicanos y argentinos, con el objetivo de exhibirlo en 2010.
Fuente: Homocinefilus