
Corremos el riesgo de caer en su juego. El franco-suizo Jean-Luc Godard disfruta riéndose de programadores, organizadores y mecenas. Este mismo año dejó colgados a los todopoderosos responsables de Cannes que habían seleccionado su "Film socialisme" y no se dignó aparecer a presentarla alegando vagas excusas de última hora. Le han dado un Oscar por toda su carrera, aparentemente sin comunicarle antes el honor y condicionarlo a su presencia (craso error), y ya ha comenzado a marear la perdiz. La Academía dice que les escribió asegurando que iría, pero su mujer y productora casi simultaneamente adelanta que para nada está en sus planes...
La cita es el próximo 13 de noviembre en Hollywood. Allí, le esperan los directivos de la Academy of Motion Picture Arts and Sciences para darle un dorado eunuco, y como arrecian los comentarios y rumores que sostienen una más que posible incomparecencia del autor de "Al final de la escapada / Sin aliento", los gobernadores de la institución han tenido que salir al paso anunciando en un comunicado que el casi octogenario "enfant terrible" les envió una "carta manuscrita" en la que en términos "cordiales" agradeció el reconocimiento y se autocalificó como "cuarto mosquetero" (en referencia a que con él recibirán recompensas honoríficas también el historiador Kevin Brownlow, el cineasta Francis Ford Coppola y el actor Eli Wallach). La nota, que los académicos recibieron la pasada semana, añade que "si su agenda se lo permite", acudirá a Los Angeles.
Este comunicado de la Academia se hizo público a las horas de que las dos principales agencias anglosajonas, Associated Press y Reuters, aseguraran justamente lo contrario, que el señor Godard no pensaba tomar ningún avión rumbo a Hollywood. Así lo declaró su mujer, y productora de sus películas, Anne-Marie Mieville, a un medio australiano, alegando esta vez motivos de edad.
Según ella, también influía en su decisión el que para él "esto no es exactamente el Oscar", porque no coincidirá con la tradicional ceremonia televisada a todo el mundo.
Previamente, la AMPAS había reconocido que le concedieron la estatuilla sin previamente consultárselo, e incluso a principio de esta semana una portavoz oficial de la institución dijo que lo más seguro es que no acudiera, pero que ellos mantendrían su decisión a pesar de que enviara a otra persona a representarlo o simplemente se quedará allí el premio.
Aunque aparte de hacer no demasiadas películas en los últimos años (un largo, un documental y dos cortos en este último lustro) Godard siempre esté ocupado a la hora de aceptar invitaciones, apostamos a que en circunstancias similares ninguno de nosotros dejaría de acudir a por un Oscar. Pero como lo suyo es epatar... todo es posible.
De momento, el iconoclasta realizador ya ha conseguido por una parte que todos hablemos de él y por la otra dejar en muy mala posición a la Academia.
Fuente: Noticine
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