
El grupo rockero Kapanga y el colectivo de cine Farsa Producciones concretan en "Kapanga Todo terreno", un delirio cinematográfico psicodélico, con su realismo de asado, cerveza, vino y mucho conurbano bonaerense. Más allá de los prejuicios que puedan existir con la ligera propuesta musical de Kananga, es justo reconocer que la banda liderada por el Mono Fabio acaba de concretar uno de las mejores películas que una banda de rock argentino haya filmado alguna vez.
Desde un principio hay un plus y es que el grupo decidió no editar un DVD de un recital sino que se puso a las órdenes de los talentosos de Farsa Producciones y plasmaron una cinta con muchas aristas bizarras, pero con un gran trabajo fílmico, de montaje y edición.
La productora integrada por Pablo Pares, Hernán Sáez, Berta Muñiz, Walter Cornas y Paulo Soria viene trabajando desde finales de los 90 en el cine y arrancaron con sus homenajes y parodias de las películas de terror como "Plaga Zombie", "Zona Mutante", "Nunca asistas a este tipo de fiestas" y "Filmatron".
Estos trabajos sumados a varios videos clips y al éxito de la segunda película de "100 % Lucha. El amo de los clones", los permitió meterse en el juego grande.
Sin perder su espíritu lúdico, tanto Kapanga como Farsa concretan en "Todo terreno", una ficción, con muchísimos guiños a la cultura popular y a la rockera, aunque la banda prescindió de instrumentos en el 90 por ciento de la cinta.
Los Kapanga son un grupo de albañiles, que por un sueño del Mono deciden dejar la construcción y anotarse en un concurso de bandas beat para dedicarse al rock y al asado.
En ese marco delirante hay participaciones claves de Pablo Echarri, Flavio Pedemonti (el viejo de "Todox2 pesos"), Flavio Cianciarulo, Ricardo Iorio, Gillespi, Pablo Lescano y Alejandro Nagy.
Y la película no es un excusa para promocionar "Todo terreno", el último disco del combo, sino que es la música la que genera algo mucho más disparatado e interesante.
La película tiene homenajes a los filmes de Los Beatles con Richard Lester pero también a las cintas que Kiss filmó en los 70 y 80 como "Kiss contra los fantasmas".
Pero también hay guiños a la cultura popular como la histórica pizzería que el Mono tiene en Quilmes, donde un rubio con peluca (a cargo de Echarri) le fabrica una metrallapizza, porque además el cantante del grupo es un agente secreto a las ordenes del presidente Gillespi.
Imperdible la escena en la que Balde se pierde en las alcantarillas de la ciudad, donde encuentra un laberinto del cual lo sacan un ratón parlanchín y su respuesta a los enigmas de un chorizo cantor de tangos.
También lo es la aparición del bailantero Pablo Lescano como un afilador que va guiando a Mikael y Memo a una extraña casa de música a cargo de Pedemonti.
Se luce, además, la parodia al "Exorcista", con chimichurri y salsa criolla incluidas, que concretan Mafia y Mariano para sacarle al tecladista el demonio asadero que lo condena a ser vegetariano por el resto de su existencia.
En la trama irrumpe un dragón de goma espuma pintada y conducido por el luchador Viloni parodiando a Conan el Bárbaro, que ayuda y complica los Kapanga en la búsqueda de su sueño.
El final donde la banda participa de un torneo de asados junto a todo el equipo de Farsa, compitiendo contra un malvado Berta Muñiz y unos tipos vestidos con cascos y trajes plateados que parodian a la banda francesa Daft Punk.
La imagen de estos pseudos Daft Punk a los que el ebrio presentador del torneo define como estadounidenses provocó una gigantesca risotada en un cine Colón lleno de fans, amigos y familiares de la banda, quienes disfrutaron de la película.
La participación de Dorio como un dios del asado, de cuya remera negra cuelga una estampita de Juan Domingo Perón, es otra genialidad de Kapanga y Farsa, una sociedad que ya se había formado para el DVD "Kapangastock" de 2006.
Pablo Soria, integrante de Farsa, explicó a Télam que "nunca fue nuestra intención homenajear a otras películas de rock, más la pensamos en base a las pelis de los Monthy Python o a los programas de `Cha Cha Cha`".
"Decidimos hacer una historia con cada integrante de la banda para que la película resultara más entretenida y volcar todo lo que habíamos pensado para este proyecto", añadió el director.
Sobre el proceso Soria precisó que "la banda vino con la propuesta, escribimos una historia y el guión lo íbamos armando antes de cada escena para evitar problemas y que la imaginación nos ayudara en cada instante".Fuente: Yahoo
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