El Oscar otorgado a la película argentina El secreto de sus ojos debe convocar a una discusión de todos los sectores involucrados en el cine del país suramericano sobre el futuro de la industria, a juicio de la actriz argetina Cecilia Roth.
Roth destacó en entrevista con Efe que en su país hay “enormísimo talento” y que la producción cinematográfica nacional necesita del compromiso de todos, tanto económico por parte del Gobierno como de un público que acuda a las salas de cine.
Para la famosa actriz, que otro largometraje argentino se haya alzado con el Oscar a Mejor Película Extranjera “siempre es un empujón para que la gente vaya a ver más cine, permita que haya más producciones y que se destine a la producción argentina lo que merece”.
El secreto de sus ojos, dirigida por Juan José Campanella, se convirtió el pasado domingo en el segundo largometraje argentino en ganar un Óscar, luego de que La historia oficial lograra la codiciada estatuilla en 1985, en la misma categoría.
Argentina había intentado ganar ese galardón con otros cuatro filmes, el último de ellos, El hijo de la novia, en 2001.
En febrero pasado, El secreto de sus ojos obtuvo el Goya en España a la Mejor Película y en 2009 logró buenas críticas en el Festival de Cine de San Sebastián.
Roth destacó que “no es fácil” hacer cine en Argentina ni en otros países latinoamericanos ya que son producciones independientes, con bajo presupuesto, “que requieren del apoyo de cada uno de los actores y técnicos para que puedan ser realizadas”.
“Si una película argentina no lleva una gran cantidad de espectadores al cine la primera semana, la bajan” de cartelera “y eso merece un debate de todas las partes de la industria. Los distribuidores, los exhibidores, técnicos, sindicatos”, entre otros, afirmó la intérprete, que ha realizado más de 30 películas y desarrollado también carrera en teatro y televisión.
“Si se apoya, el cine argentino tiene mucho que recorrer aquí y afuera. Es un cine que en festivales arrasa, pero acá no se ve tanto, y no se ve, porque si no hay un éxito inmediato la quitan. Entonces, tenemos que apoyarnos nosotros mismos, cambiar, hacer un ‘click’” y mirar primero hacia las producción nacional, destacó.
La actriz se manifestó consciente de que ello es “muy difícil” ante producciones estadounidenses cuyo apoyo sobrepasa al de las locales en todo el mundo, excepto en Francia, donde cuentan con un organismo para apoyo financiero, e India, donde el público asiste masivamente a las salas de cine.
“Nuestro cine, nuestros artistas, merecen ser respetados y proyectar la industria hacia afuera y ahí hay una pequeña guerra que hay que ganar”, opinó.
“Hay que armarnos con suficiente poder para competir y estar situados donde merecemos, pero para eso necesitamos del apoyo de todos”, reiteró Roth, musa del cineasta español Pedro Almodóvar, que la ha dirigido en cinco largometrajes, la última Todo sobre mi madre en 1999, con la que ganó su segundo premio Goya, y con quien tiene deseos de volver a trabajar.
Oscar a Campanella impulsa cine argentino
El Oscar que recibió El secreto de sus ojos es un reconocimiento a la capacidad de Juan José Campanella de atrapar al público con una historia bien narrada y un espaldarazo al cine argentino para que siga promocionándose.
Así opinaron un grupo de productores y directores al evaluar el jueves las repercusiones del galardón que le otorgó la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas a El secreto…como mejor cinta de lengua extranjera.
El realizador Luis Puenzo, cuya película La historia oficial le dio a la Argentina su primer Oscar en 1986, dijo a la agencia de noticias AP que el más reciente premio le da mayor visibilidad a un cine valorado como “uno de los emergentes en el mundo” y “termina de abrir las puertas de Hollywood a Campanella”, quien ha dirigido en Estados Unidos series de televisión.
Puenzo consideró además que este tipo de premios le dan más proyección a un cine nacional creativo y lleno de nuevos talentos, pero con una “situación estructural todavía frágil”, ya que, salvo excepciones, la recaudación por la venta de entradas no permite cubrir ciertos costos.
De ahí la importancia de las coproducciones para hacer películas de esta escala. Y en este, señaló, se hizo con capitales españoles.
El también cineasta Héctor Olivera elogió la capacidad de Campanella para narrar. “Tiene una formación norteamericana y en Hollywood saben contar historias”, dijo el realizador de La Patagonia rebelde.
También destacó que la historia del filme “puede adaptarse a cualquier cinematografía” y en ese sentido vaticinó que será fácil “vender los derechos de ‘remake’ del proyecto”.
La película toca varios géneros. Es un thriller con toques de comedia y de historia romántica. El contexto histórico es la conflictiva década de los 70, en la etapa previa al golpe de estado militar que abrió paso a la dictadura más cruenta, cuando despuntaban escuadrones paraestatales que perseguían a la izquierda.
Ricardo Darín, uno de los actores argentinos más reconocido en el exterior, encarna a un empleado de un juzgado jubilado que está escribiendo una novela en la que narra una historia real de la que fue testigo en 1974: el asesinato de una joven y el intento por hallar al culpable.
En ese ejercicio se enfrenta con los errores e indecisiones de las que fue presa en el pasado, como el amor frustrado por una mujer.
“Este premio promueve espectacularmente a Campanella. Le abre las puertas de Hollywood, lo que puede ser maravilloso o un calvario por la terrible burocracia” para concretar las condiciones de un contrato, afirmó Olivera.
Según Pablo Rovito, productor de títulos como El juego de Arcibel, Campanella es un maestro a la hora de mezclar géneros: “Su cine tiene una aceptación masiva. Cuenta historias muy argentinas, pero con un formato narrativo clásico”.
Rovito puntualizó que también hay otro cine argentino que representa al país y que no llega a la cartelera norteamericana. “Es más sesgado, de experimentación o búsqueda, y se ha visto en Europa”, con buenas críticas, explicó.
Opinó que “de alguna forma” el cine de su país terminará “capitalizando este premio” recibido por Campanella, director de la también nominada al Oscar (1991) El hijo de la novia, así como de la celebrada El mismo amor, la misma lluvia.
Fuente: Homocinefilus
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