Si el titular te parece jugoso, sigan leyendo. En 2008, Vanity Fair publicó The golden suicides, un artículo que no pasó desapercibido para los productores de Lionsgate. Los protagonistas de la foto, un matrimonio bien relacionado en los círculos artísticos (ella, Theresa Duncan, era diseñadora de videojuegos, y había dirigido alguna película. A Jeremy Blake se refieren tan solo como un artista), comenzaron a mostrar un comportamiento caótico y extraño. Se quejaban a menudo de la persecución que sufrían por la Iglesia de la Cienciología, exigían a sus amigos juramentos de lealtad… Esta fase de enajenación terminó como no podía ser de otra manera: ambos acabaron con su vida. Ella se ayudó de un bote de pastillas. Él se dejó llevar por la corriente del mar.
Lo que Gus Van Sant y Brett Easton Ellis (American Psycho, Menos que cero) pueden hacer con un material como este puede ser, simplemente, brutal. Nos queda cruzar los dedos para que el director americano se involucre en este proyecto más allá de la escritura del guión. Tal vez así podremos disfrutar de una cinta al nivel de Elephant o Paranoid Park, con el morbo añadido de ver que aporta Ellis a un relato decadente y psicótico (de esos que le sientan tan bien).
Fuente: Extracine
No hay comentarios:
Publicar un comentario