- ¿Cuándo supiste que querías ser modelo?.
- Yo diría que fue antes de repetir el segundo curso de primaria. Vi mi cara reflejada en una cuchara mientras comía mis cereales. Recuerdo que pensé: guau, eres MUY guapo. A lo mejor puedes ganarte la vida con eso.
- ¿Con qué?.
- Con ser profesionalmente MUY guapo.
Así de surrealistas eran los diálogos de ‘Zoolander’, esa comedia bobálicona de 2001, sátira destructiva del mundo de la moda, escrita, dirigida y protagonizada por Ben Stiller, que giraba en torno a Derek Zoolander , el modelo masculino más cotizado durante años que decide retirarse tras ser destronado en la noche de la gala que podría suponer su cuarta corona por un nuevo nuevo modelo llamado Hansel (Owen Wilson).
Luego será un prestigioso diseñador el que le pide que desfile para él y es cuando Zoolander resurge de sus cenizas batiéndose en un duelo en la pasarela que era para partirse el trasero. Los fans de esta película, entre los que me incluyo, recordarán el repertorio de miradas de nuestro protagonista, ‘hielo azul”, seguida de ‘Ferrari’ o ‘Le Tigre’, y la mejor, esa mirada perfecta que llevaba años preparándola para el público pero que nadie había podido ver: la mítica ‘Magnum’.
La mayor cagada de los últimos años o la mejor comedia de los últimos tiempos es lo que se podía leer de ella, porque estaba claro que no dejaba indiferente a nadie. Su recaudación en el cine fue discreta (48 millones de dólares frente a los 60 millones recaudados en todo el mundo) pero su éxito en DVD ha sido tan apabullante que Stiller ha confirmado que está trabajando en su secuela.
Tiene ya varios guiones aunque su intención declarada es que si retoma el personaje será para cuando tenga algo realmente nuevo y digno del original. Sólo con que repita cosas de éstas me basta:
—Yo antes era bulímica.
—¿Sabes leer la mente?.
Crítica feroz.
Fuente: TBDC
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