Es un delito de pena de muerte no haber visto ‘Forrest Gump’.
Se trata de una de las obras maestras de la historia del cine, no en vano ocupa el número 31 en la lista de filmes más taquilleros del mundo de todos los tiempos, y tiene en su armario de premiazos unos 6 Oscars, incluidos el de mejor película, mejor director para Robert Zemeckis, mejor guión para Eric Roth, y el de mejor actor principal para Tom Hanks, todos ellos conseguidos en la edición de 1995 después de haber tenido en sus manos 13 nominaciones.
En los incipientes tiempos de la actual remakitis de Hollywood, el citado Roth entregó un guión a la Paramount Pictures de una secuela de la referida joyita basada en la novela titulada ’Gump & Co’, escrita por Winston Groom, y que era una auténtica continuación literaria de la película original. Sin embargo, la mala suerte, más bien la fatídica suerte, rompió cualquier ánimo de abordarla: Eric hizo la entrega del mencionado guión la noche del 11-S.
La reunión con Tom Hanks y Robert Zemeckis fue desoladora. Roth cuenta que se sentaron a hablar de él, se miraron y pensaron que ya no era relevante, porque el mundo cambió con ese fatal acontecimiento. Han pasado más de 7 años, pero las heridas aún están sin cicatrizar, así que Eric opina que algunas cosas deben dejarse como están.
El caso es que la trama de la nueva entrega no llegaba a coincidir en el tiempo con el 11-S, porque comenzaría justo a los pocos segundos del final de la película original, donde ATENCION SPOILER se queda Forrest esperando en el banco de la puerta de su casa a que su hijo vuelva del colegio FIN DE SPOILER y seguiría a Gump a través de los distintos hechos históricos acaecidos en la década de los 80 y en los primeros años de los 90.
En la novela de Groom, Forrest se convierte en jugador de fútbol americano de los New Orleans Saint, es vendedor de enciclopedias puerta por puerta, trabajaba también en una granja de cerdos, es el desarrollador de la nueva Coke, choca accidentalmente con el petrolero Exxon Valdez provocando una tragedia ecológica, ayuda a tirar el Muro de Berlín y participa en la Operación ‘Tormenta del Desierto’, al mismo tiempo que conoce a muchas celebridades en su camino como por ejemplo a Ronald Reagan, el Ayatollah Khomeini, Saddam Hussein, a los Clinton e incluso … ¡a Tom Hanks!.
Puede que opine igual que Roth, es mejor dejar las cosas como están, pero no por causa del 11-S sino porque las obras maestras son para mí intocables, ni para secuelarizar.
Fuente: TBDC
2 comentarios:
NOOOOOOOOOOOO que pena !! pero tenés razon por lo general las secuelas son un desastre y arruinar Forrest Gump seria un delito!
Totalmente de acurdo con vos...
Dejemos las cosas asi y listo... total, la caja de chocolates siempre va a ser una buena metafora para varias cosas de la vida... jejeje...
Saludos!!!...
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