jueves, 6 de noviembre de 2008

‘Waltz with Bashir’, sueños de destrucción y muerte


En Cannes 2008 hubo una cinta israelí que llamó poderosamente la atención por su envoltorio formal, cautivó por lo potente de su relato y sorprendió al no incluirse en el palmarés oficial del festival. Esa cinta era Waltz with Bashir, una película documental que combina la rotoanimación ya usada por Linklater en cintas como Waking Life o A Scanner Darkly con un relato real contado con rigor y realismo, por mucho que esto pudiera parecer contrario al tono visual que se le impone a la cinta.

La película de Ari Folman no estará nominada en los próximos Oscars, al escaparse por las rendijas de las nuevas normas de pre-clasificación de la Academia, pero su rompedora imagen esperamos suponga un atractivo par audiencias no acostumbradas a adentrarse en el poco general territorio documental, al de animación o las películas extranjeras. Es toda una combinación explosiva, puesto que todos los 3 grupos sufren la lacra de ciertos prejuicios de los que no tienen culpa.

La película es una reflexión sobre el papel de Israel en la matanza de palestinos en Sabra y Chatila, pleno Líbano, que tuvo lugar en 1982, una cinta no política en palabras del director, sino únicamente la historia personal de unos soldados, contado desde ese particular formato puesto que era la única forma de contar sueños, recuerdos, alucinaciones y subconsciente, la memoria perdida, de dónde se fueron nuestros recuerdos, dice.

Una propuesta no exenta de polémica pero que, a juicio de los críticos que la han podido degustar en los festivales por donde pasa, es un triunfo, una imagen vívida y cruda de la guerra interior del hombre, con un recubrimiento musical que combina new-age y música clásica en una auténtica experiencia, comprueben:

Fuente: Extracine

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