Atención a las últimas declaraciones de Daniel Craig a Playboy sobre su continuidad en la franquicia porque es un aviso a navegantes, dícese productores de la saga, y de paso nos pone la mosca detrás de la oreja a los fans declarados (un servido seguidor tardío) de este nuevo Bond.
Craig nos desconcierta con esta parrafada soltada al susodicho magazine ‘estufa’ (ya saben, por eso de la calentura que le da a uno cuando la lee):
Realmente firmé para cuatro (entregas), así que una hoja de papel dice que hay dos más para hacer. Pero veremos a ver cómo va ésta (‘Quantum of Solace’).
En el negocio del cine, no siempre va todo según el plan. Nosotros esperaremos y veremos. Si esto (su segunda secuela) sale mal, tendremos que replanear cosas.
Estas palabras me inquietan. Primero, porque pueden revelar agotamiento de Daniel interpretando a 007, algo que me parecería una ida de olla tempranera dadas las dos únicas películas en las que ha interpretado al personaje, que entiendo yo que no son pocas y que no entorpecen la carrera extra-Bond de Craig (al revés, le sigue manteniendo en el cotarro de la industria después de los truñacos en los que se mete); y, segundo, porque a estas alturas rejuvenecedoras de la saga buscar a otro actor para ponerle careto y cuerpazo a 007 sería contraproducente (¿estaría disponible Clive Owen?).
Y, por último, lo que más me molesta, es que es posible que Daniel se haya dado cuenta que la película número 22 de Bond es un patatón del 15 o al menos un semi-bodrio, y no quiere verse involucrado en un nuevo descenso a los infiernos. También puede ser que se esté haciendo el imprescindible para arañar más plata de la contratada. Es posible.
Ahora con más motivo sigo comiéndome las uñas esperando a que llegue el 6 de noviembre próximo (14 de noviembre en USA).
Fuente: TBDC
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