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domingo, 1 de junio de 2008

ENTREVISTA A LA ACTRIZ MARTINA GUSMAN

De la cárcel al papel consagratorio

Brilló en Cannes por su papel en "Leonera". Aquí cuenta cómo construyó el personaje de madre que cría a su hijo en prisión.

Por: Diego Papic

MINUCIOSA PARA ACTUAR EN EL FILME DIRIGIDO POR SU MARIDO, PABLO TRAPERO, INVESTIGO UN AÑO.

Para componer a Julia, su personaje en Leonera, Martina Gusmán se entrevistó con varias reclusas condenadas por el mismo delito: asesinato. "Me consiguieron una charla con una mujer -cuenta-. Cuando voy a reunirme con ella, el director del penal me dice que está por el homicidio de su hijo de cinco años. Yo entré y primero no la podía ni escuchar, porque tengo un hijo de seis. Al final tuvimos una charla de tres horas y terminamos llorando juntas".

Gusmán asegura que ya no es la misma después de haber escuchado historias como ésa, y a lo largo de la conversación con Clarín repetirá una palabra que es la que mejor define toda la experiencia de Leonera: intensa. Desde aquellas entrevistas en la unidad de Los Hornos hasta el ansiado estreno en Buenos Aires, el jueves pasado, pasando por la enorme exposición que significó participar en la competencia oficial del Festival de Cannes, el recorrido fue más intenso todavía por su doble rol de protagonista y productora ejecutiva. "No cualquier actriz puede permitirse tener un año para investigar un papel. Yo lo pude hacer porque también era productora y estaba muy cerca del proyecto".



¿Qué fue lo más difícil de tener que cumplir los dos roles?

No poder desligarme del todo de la producción. Si bien cuando actuaba me metía, a la vez estaba pendiente del horario de comida, de cómo iba la jornada, de ese tipo de cosas. Y cuando terminaba la jornada como actriz, la arrancaba como productora. Fue bastante esquizofrénico. Igual tuve un equipo que me ayudó un montón, me contuvo un montón. Pablo también.

Pablo es Pablo Trapero, el director de la película y su marido. Fue él quién le insistió para que retomara la actuación. "En realidad yo tengo más formación como actriz que como productora -explica-. Hice teatro desde los siete años, estudié con Carlos Gandolfo, mi padre es director de teatro..." Pero después se volcó a la producción, hasta que Julia se cruzó en su camino.

Un día, mientras la familia Trapero iba en el auto por la autopista Ezeiza-Cañuelas y pasó por el Servicio Penitenciario, Mateo, el nene, notó que uno de los pabellones estaba pintado de rosa y preguntó por qué. Averiguaron, y resultó que en el pabellón rosa estaban las reclusas que vivían con sus hijos. "Pablo quería que hiciéramos una película conmigo como protagonista", explica Gusmán, y el pabellón rosa descubierto gracias a la curiosidad de Mateo fue lo que disparó la idea principal de Leonera. "Es una película que habla de la maternidad -resume-, de que más allá de lo más terrible que te pueda pasar en la vida, hay que seguir, y lo que te hace seguir es el amor, y en el caso de Julia es el amor por su hijo."



¿Ahora pensás dedicarte más a la actuación?

Mi día a día va a estar en la producción. No podría estar como esas actrices que se quedan a esperar que las llamen, yo soy mucho más terrenal. Tengo que ir a la oficina, organizarme... Pero voy a seguir actuando.

Fuente: Clarin

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